86 OLIVO Sin embargo, esta olivicultura de alta densidad presenta una serie de inconvenientes como son los elevados cos- tes de implantación junto con algunos condicionantes téc- nicos como el requerir de variedades poco vigorosas, parcelas de cultivo de ciertas dimensiones, poco acciden- tadas, en riego y con disponibilidad de maquinaria. A esto le sumamos que el manejo del cultivo es más complicado principalmente en lo que se refiere al control del vigor que es un aspecto crítico del sistema que condiciona el man- tenimiento de la productividad y por tanto la rentabilidad y vida útil de la plantación. Dentro de los costes de mantenimiento del olivar, la re- colección, el riego y la poda son las que suponen un mayor porcentaje dentro del balance económico total de la explotación con un 75% del total de los gastos. Mien- tras que la recolección esta prácticamente resuelta con la utilización de maquinas cabalgadoras que agilizan esta labor y reducen su costo, una buena gestión del riego y la poda son puntos clave de éxito de este sistema. El CICYTEX-Finca La Orden lleva trabajando desde el año 2009 en riego en olivar en seto y desde el año 2011 en estrategias de podas semimecánicas y totalmente meca- nizada en estos sistemas y dispone de información preli- minar sobre el manejo de estas dos labores de cultivo. Manejo del riego en plantaciones de olivares en seto Para un correcto uso del agua de riego es importante co- nocer tanto las necesidades hídricas de un olivar, como la sensibilidad a la falta de agua en cada fase de cultivo y así poder diseñar la mejor estrategia de riego que com- patibilice producción, calidad y rentabilidad y obtener el máximo potencial de este recurso. Por un lado, hay que diferenciar entre plantaciones en formación y plantaciones adultas para el diseño de la es- trategia correcta. Cuando nos encontramos con planta- ciones jóvenes en formación es importante favorecer el crecimiento de los árboles para alcanzar lo antes posible la plena producción. En plantaciones tradicionales e in- tensivas de olivar se recomienda el uso de un riego con necesidades totales para los primeros años del cultivo y se desaconseja totalmente aplicar estrategias de riego deficitarias. Sin embargo, en el caso del olivar en seto, se alcanza un alto porcentaje de intercepción de radiación mucho antes que en los otros sistemas, por lo que el uso de riegos deficitarios en los primeros años podría Plantación olivar en seto en Finca La Orden, variedad arbequina. ser una opción interesante. El objetivo es conseguir una buena productividad y un control del vigor del seto que es uno de los mayores problemas de estos sistemas con variedades no adaptadas completamente a marcos de plantación tan sumamente intensivos. Con respecto a la diferente sensibilidad a la falta de agua según el ciclo del cultivo se pueden distinguir 3 fases bien definidas: • Fase I: se inicia con la brotación del árbol (primeros de marzo), continuando con la floración-cuajado de frutos para finalizar con el endurecimiento del hueso de las aceitunas (primeros de julio). • Fase II: comprende el período desde endurecimiento de hueso y finaliza al inicio de septiembre (10-15 días antes de envero). • Fase III: abarca desde inicio de septiembre hasta la co- secha (noviembre). La fase II es el período menos sensible a la falta de agua y donde mayores recortes en riego se pueden realizar sin bajar la producción del olivar y ahorrar gran cantidad de agua al ser la época de mayor demanda hídrica. Por el contrario, la fase I y III son períodos sensibles a la falta de agua ya que un recorte de caudal, incluso ligero, baja- ría la producción final del cultivo aunque puede tener al- gunas ventajas que conviene valorar: un recorte en el agua aplicada con dosis insuficientes para cubrir las ne- cesidades del cultivo controlaría el crecimiento vegetativo (fase I) y aumentaría el rendimiento graso de las aceitu- nas en fase III. En el CICYTEX- Finca La Orden, se han probado diferen- tes estrategias de riego deficitario en olivares en seto en formación durante los primeros 4 años de desarrollo ob- teniéndose resultados muy interesantes con el empleo de un déficit ligero en estos primeros estadios. El uso dosis de riego un 40% inferiores a una estrategia de riego para cubrir las necesidades del olivar (4.000 m3/ha de pro- medio en los 4 primeros años para riego total), no supuso tecnología