85 OLIVO El Olivo es una especie originaria de la Cuenca Medi- terránea con una amplia superficie de cultivo, carac- terizado por ser tradicionalmente cultivado en secano, con unas densidades de unos 70-80 olivos/ha, una productividad media-baja y unos costes elevados de culti- vo. Sin embargo, hacia 1970 se empiezan a realizar planta- ciones densas de 200 y 300 olivos/ha con un solo pie por olivo para facilitar la recolección mecanizada con vibrador. Esta intensificación del olivar ha sido posible gracias a la introducción del riego localizado como práctica de cultivo incrementando considerablemente la producción y consti- tuyendo lo que se denomina la moderna olivicultura. Más reciente aún es un sistema de cultivo del olivar donde la densidad aumenta espectacularmente, pasando de los 100 y 300 olivos/ha a 1.500-2.000 olivos/ha. En este nuevo tipo de plantaciones, llamadas en seto o superintensivas, los olivos se forman a un eje y las distancias entre árboles varían de 1,35 a 2 m. Esto hace que, tras tres años de cre- cimiento, se formen setos continuos que son recogidos por máquinas cabalgadoras. La primera experiencia de olivar en seto se realizó en Italia, pero las plantaciones comerciales de seto surgieron en Es- paña en 1993 extendiéndose a otros países como Portu- gal, Francia, Italia, Marruecos, Chile, Túnez o Estados Unidos. Desde entonces, el incremento en el número de hectáreas plantadas ha ido en aumento pudiéndose esti- mar que en la actualidad se pueden encontrar en torno a las 100.000 ha. En España se concentra el 50% del total mundial de olivares en seto. El éxito de este sistema reside en dos grandes ventajas frente a sistemas menos intensi- vos: la rápida entrada en producción y la mecanización de las operaciones de cultivo, principalmente recolección y poda. Esto reduce drásticamente la necesidad de mano de obra propia del cultivo tradicional y que constituye unos de los mayores problemas económicos para la sostenibilidad de este cultivo. tecnología