PURINES y queremos cumplir. En bienestar animal, fuimos de los primeros Estados de la UE que cumplió con la adaptación. Y en el tema de gestión de los purines, también quere- mos cumplir con el modelo de producción europeo, pero se requiere un cierto margen de maniobra para poder ac- tuar”, asegura Bernis. El cierre de las plantas está afectando a los ganaderos de porcino, y por ello, según afirma Bernis, JARC-COAG trata de resolver el problema a la mayor brevedad posible. “Hemos solicitado tanto al Ministerio de Agricultura como a Industria un margen de tiempo suficiente para poder estudiar soluciones, ya que el problema se nos ha presentado de repente”, explica el representante de la organización. Las soluciones Como soluciones a medio y largo plazo, JARC-COAG pro- pone la posibilidad de articular apoyos para la instalación de digestores de purín en la propia explotación, como ya se realiza en Alemania o Dinamarca desde hace más de 10 años, buscar dietas ganaderas que reduzcan la con- centración de nitrógeno en las deyecciones ganaderas o aplicar otros sistemas de separación sólido-líquido. Bernis propone instaurar medidas alternativas en la propia ex- plotación, como la gestión del purín mediante biogás, co- generación, etc, sistemas mediante los cuales se podría producir energía calorífica para las salas de partos y de destete, reduciendo el coste energético de la explotación. También se podrían buscar fórmulas dietéticas, que man- teniendo un índice de conversión similar, permitan reducir la concentración de nitrógeno de las deyecciones. “Éstas y otras soluciones se podrían implementar, pero se nece- sita financiación para ello, y venimos de las inversiones realizadas para cumplir con el bienestar, además de unos precios de los piensos muy altos. Por tanto, lo realmente urgente es paralizar la propuesta, e intentar continuar al menos durante unos años con el sistema actual, mientras que se desarrollan estas otras soluciones”, asegura. Bernis recuerda que el sector porcino ha tenido que asu- mir recientemente unas fuertes inversiones para cumplir con la Directiva de bienestar impuesta por Bruselas, y la implementación de estas nuevas medidas llevaría por tanto un cierto tiempo. “Mientras tanto, JARC-COAG exi- gimos soluciones en el corto plazo, que permitan reabrir y poner en funcionamiento inmediatamente las plantas de tratamiento ya existentes”, añade.I