Corren tiempos difíciles para las labores del mundo rural. Actualmente, las actividades tradicionales están dejando de ser competitivas frente a las ex- plotaciones intensivas y pasan por uno de sus peores momentos. La ecología también es otra víctima de la cri- sis, que se puede traducir en escasez de materias primas, tierras y espacio ambiental. Pero, ¿qué hacer para ayudar a todas las partes? Santiago Baos Rodríguez, director de Ecosistemas Diana, tiene la respuesta: “Poner el mundo rural a producir biodiversidad, y la biodiversidad a reforzar la economía del mundo rural. Con este pacto todos salen beneficiados”. El bisonte como renovador de ecosistemas Uno de las técnicas renovadoras de biomasa menos cos- tosas y laboriosas de nuestro ecosistema es la que realiza el bisonte europeo. Con una dieta compuesta por un 33% de fibra obtenida de ramas, arbustos, zarzas y demás ma- torrales, el bisonte puede llegar a ingerir 4.000 kg de des- perdicios naturales al año. Esta labor de limpieza contribuye a la renovación del ecosistema haciendo las tierras más productivas tanto para animales salvajes, como para domésticos. Si se mantiene en las proporcio- nes adecuadas, el bisonte mantiene el bosque limpio de matorral, protegiéndolo del alto riesgo de incendio, y pro- El 33% de la alimentación del bisonte proviene de ramas, arbustos zarzas y otros matorrales del bosque.