La siembra de nubes requiere que éstas contengan agua líquida sobreenfriada, es decir, en estado líqui- do por debajo de 0o centígrados. En la nube fría el agua coexiste en sus 3 fases: vapor de agua, gotas so- breenfriadas y pequeños cristales de hielo, con estructura hexagonal. El vapor de agua pasa directamente a la fase sólida. La coalescencia de los cristales atrapa pequeñas gotas, que se congelan en contacto con el cristal. Cuando las partículas de hielo se forman en nubes sobre- enfriadas pueden crecer a expensas de las gotas de líqui- do. Si hay crecimiento suficiente, las partículas se vuelven lo suficientemente pesadas como para caer en forma de nieve (precipitación de pequeños cristales de hielo), o aguanieve, o si se fusionan, en forma de lluvia. Las gotas aumentan de tamaño hasta alcanzar el punto en que se precipitan por la fuerza de gravedad. El origen de la lluvia es sencillo: es la condensación del vapor de agua, contenido en las masas de aire, que se origina, cuando dichas masas de aire son forzadas a elevarse y enfriarse. No basta que el aire esté saturado de humedad (humedad relativa 100x100), ha de haber además núcleos de con- densación, que puede ser un grano de polvo mineral, talco, hielo seco, etc. Esos núcleos, pese a ser sólidos, quedan en suspensión en el aire, son desplazados por los vientos, y no caen, como las gotas. Se pueden contar 500 por cm3. 1m3 de nube apenas contiene 3 gramos de agua. Campo de maíz a punto para la cosecha. Ahora todo amarillo, seco. Sin lluvia no habría cosecha.