110 INVERNADEROS caliente se acumula en la parte alta del invernadero. Este aspecto fue observado también por otros investigadores en Grecia quienes, en un invernadero de tipo mono-túnel (altura 4,1 m) con un calefactor situado a 2,6 m de altura, rior de 11,2, 8,2 y 7,6 °C para los ensayos 1, 2 y 3, res- pectivamente. Mientras que en el invernadero testigo, esta diferencia fue de 3,4, -0,6 y 0,3 °C, respectivamente. observaron mediante simulaciones CFD (Computational Fluid Dynamics) diferencias en la temperatura del aire entre la parte alta (más caliente) y la parte baja (más fría) de hasta 10 °C (Tadj et al., 2010). Análisis del microclima interior Los datos de temperatura registrados en este trabajo han sido tomados en la parte baja del invernadero (a 0.8 m de altura con los anemómetros 3D y a 2 m de altura con las cajas de medida Ektron II-C), por lo que se presuponen muy por debajo de la temperatura del aire en la parte alta del invernadero, según lo observado en el patrón del flujo de aire. Así, gran parte del calor generado por los calefac- tores no es aprovechado para aumentar la temperatura del aire en la zona baja del invernadero, donde se localiza el cultivo. A 2 m de altura (Ektron II-C), en el invernadero 1 calefactado, se ha observado una diferencia entre la temperatura media interior y la temperatura media exte- Como valor medio, el invernadero calefactado se mantie- ne 7,9 °C por encima de la temperatura del invernadero testigo y 9,0 °C por encima de la temperatura exterior. A 0.8 m de altura (Anemómetros 3D CSAT3), en el inverna- dero 1 calefactado, se ha observado una diferencia entre la temperatura media interior y la temperatura media ex- terior de 11,1, 7,6 y 7,2 °C para los ensayos 1, 2 y 3, res- pectivamente; similares a los observados a 2 m de altura. Estos valores indican que el uso de calefactores en inver- naderos mediterráneos, de forma puntual, puede ser un método adecuado de prevención de daños y pérdidas en los cultivos durante periodos en los que se puedan pro- ducir descensos bruscos de temperatura (heladas). Sin tener en cuenta el consumo de combustible, los re- sultados obtenidos en este trabajo no son muy diferentes a los obtenidos por otros autores con otros sistemas de calefacción. Por ejemplo, utilizando un sistema de cale- tecnología