43 ESPECIAL PAC agricultores o ganaderos. Y, además, fijar un techo razo- nable de ayudas máximas por perceptor. De igual modo, es el momento de extender el marco de apoyos a todos los sectores, sobre todo en el caso de fru- tas y hortalizas, y de gestionar con inteligencia el margen de gestión presupuestaria entre los dos pilares de la PAC, además de incorporar herramientas que contribuyan a equilibrar la cadena alimentaria. El proceso negociador a nivel nacional va a ser largo y complejo. El Gobierno intentó, antes de las vacaciones estivales, presentar como cerrado el consenso con las comunidades autónomas, pero es consciente –o debería serlo– de que hay mucha letra pequeña por negociar, cuyos efectos reales sobre el sector pueden variar mucho en función de unas u otras soluciones. Las primeras mesas de negociación han empezado a celebrarse en este mes de septiembre sin que las organizaciones pro- fesionales agrarias hayamos sido invitadas a participar. Para UPA, es impresentable que se lleve a cabo un pro- ceso de esta naturaleza sin contar con la opinión de los verdaderos protagonistas de esta política: los agricultores y ganaderos. Nos jugamos mucho, como sector y como país, porque en el fondo lo que se está decidiendo es la viabilidad fu- tura del modelo europeo de gestión de los recursos, de producción agraria y consumo alimentario.I política agraria