32 ESPECIAL PAC ción de los pagos directos deberá contar con que vaya a sufrir una reducción. Otro elemento que tiene dos caras es la flexibilidad. En- tiendo que es una condición sine quanon para alcanzar el acuerdo, pero esa misma flexibilidad pone en peligro la coherencia del caracter común de la política agrícola. Todo dependerá de la forma en que los propios Estados apliquen la PAC. Una de las partes polémicas era el porcentaje del denominado ‘Pago Verde’. ¿Se ha hecho entender al agricultor que en esta nueva PAC era una medida innegociable por la importancia que juega el medio ambiente? Se ha insistido mucho, pero dudo mucho que los agri- cultores lo hayan asumido totalmente. Desde Bruselas hemos tenido siempre clarísimo que la condición para que esta PAC mantuviese sus fondos era justificar la mejora ante los ciudadanos, y esa fue una condición que impusieron otros comisarios, concretamente los de Cambio Climático y de Medio Ambiente, de que hubiese una parte dedicada a los bienes públicos dentro de la PAC. Este elemento que se ha introducido ahora va ir a más, a costa de un Pago Básico que seguirá disminu- yendo. Espero que en 2018, cuando haya una revisión intermedia, esta política no se modifique, pero en 2020 cuando finalice este período financiero veremos donde queda el Pago Básico, que está en la mira de muchos Estados con el argumento de que las políticas de rentas, excepto en la agricultura, son de competencia nacional. Ahora bien, tal y como se ha aprobado el 'Greening' se ha conseguido mejorar la propuesta de la Comisión que eran muy restrictivas, pero nos hemos excedido al intro- ducir unas medidas de equivalencia que nadie sabe bien qué contienen, y que muchos quieren aprovechar para convertirlo en un cajón de sastre. Por lo tanto, según lo que los Estados decidan y la Comisión acepte, podemos perder lo que hemos ganado. Por ejemplo, existen mu- chas organizaciones agrarias que dan por sentado que dentro de las medidas de equivalencia debería estar la Producción Integrada, pero por definición esta nunca va a poderse considerar como tal. Es lo mismo que decir que la Producción Integrada y la Producción Ecológica es lo mismo, y no lo son. En este momentos existen ya documentos internos de la Comisión, con listas de medidas que se consideran aceptables, y otras que no, “Si hay crisis de mercados no habrá dinero suficiente para abordarlas adecuadamente” y avanzo que la Producción Integrada está entre estas últimas. ¿Esa misma flexibilidad también cobra relevancia en otras partidas como el desarrollo rural o la investi- gación? La gran novedad de la nueva PAC es la flexibilidad cre- ciente en el primer pilar, que antes no existía. Había un 'Pago Único' con muchos híbridos y distintos modelos, y ahora esos modelos creo que se van a multiplicar ex- ponencialmente. Cuando tengamos la fotografía final de los 28 Estados miembros vamos a disponer de una plu- ralidad de modelos impresionante, y ello generará pro- blemas. Siempre he defendido públicamente que habíamos de ir a un modelo uniforme estatal, y al final los ministros y los consejeros lo único que querían era que no hubiese grandes diferencias entre las atribucio- nes a las CC AA y a los agricultores. Significa que implí- citamente estamos dando por bueno las referencias históricas que eran la base de los Pagos Únicos actua- les. Ese modelo único se justifica porque no es lógico que un arbol frutal de Fraga y otro de Lleida o un campo de cereal de Huesca y otro de Girona, tengan ayudas di- ferentes por el simple hecho que el 'Sobre Autonómico' sea mayor en Aragón que en Cataluña. A partir de ahí el modelo que se ha seguido es de una gran complejidad, y con el único objetivo de no redistri- buir, cuando hay sectores que habría que ver si necesi- tan estas ayudas, entendiendo que la evolución de precios y costes ha cambiado. Existen sectores a los que se atribuyeron unas ayudas muy altas en 1992, por- que los precios estaban en los niveles más bajos de su historia, pero ahora esos mismos han doblado sus pre- cios de mercado y siguen recibiendo las mismas ayudas compensatorias. Aquí se debería haber hecho un esfuer- zo redistributivo, siendo conscientes que ello implica problemas políticos importantes a nivel institucional y sindical. Hemos perdido la oportunidad de legitimar mejor la PAC ante la sociedad española.I política agraria