Albert Massot ha explicado durante los últimos años en múltiples foros los pro- gresos de la Política Agraria Común. En la imagen, durante la última edición de las Jornadas de Productos Fitosanitarios, celebradas en Barcelona. No existe voto formal del Consejo Europeo, ni tampoco del Parlamento Europeo, que está poniendo problemas a la decisión de los ministros de Agricultura del pasado mes de junio, considerando que las cifras financieras –princi- palmente en la degresividad en los pagos y los techos de gasto de ayuda por explotación, las tasas de cofinancia- ción al desarrollo rural y en los porcentajes de flexibilidad entre los dos pilares– son aún provisionales y están entre 'paréntesis'. Hasta hoy el Consejo se niega frontalmente a modificar el acuerdo alcanzado por los jefes de Estado y de Gobierno, y el Parlamento insiste en que todo se debe negociar, porque se trata de artículos de reglamen- tos y corresponde a los ministros de Agricultura decidir los porcentajes que corresponden a cada política, y no en el marco financiero plurianual. Estas dos posturas enfren- tadas puede acabar bien, si ambos órganos legislativos