El sector ovino-caprino sigue de capa caída

Ni las ovejas ni las cabras van tan bien en España cómo se quisiera. Por supuesto, nos referimos a la industria ganadera de estas dos especies. Y es que la pérdida de renta continuada por parte de los profesionales ganaderos y su desplazamiento hasta el quinto lugar entre este tipo de producciones dentro del Estado español, así lo confirma. Para asentar aún más esta afirmación, se puede constatar el descenso de forma paulatina en el censo y en el número de explotaciones, que hasta octubre de 2010 habían disminuido en un 2% con respecto a octubre de 2008..

España crió unas 19,5 millones de cabezas de ganado en el 2009, lo que supone precisamente 1,9% menos que en el año anterior. Sin embargo en materia caprina, logró aumentar su producción hasta 2,9 millones de cabezas, suponiendo un aumento del 28,3% con respecto al 2008. En cuanto a la distribución, se puede observar en el más reciente censo el predominio en España de las hembras reproductoras, sobre todo de aptitud láctea, con una importante frecuencia de machos para la producción cárnica.

Por otro lado, se percibe cómo el sector ovino-caprino español solicitó en la campaña 2009 la prima base por cada animal para un total de más de 16 millones de ejemplares, de los cuales unos 11 millones corresponden a ovejas de aptitud cárnica, 3 millones a ovejas lecheras y casi 2 millones a las cabras. El Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) solicitó, por su parte, la prima adicional concedida para zonas desfavorecidas para el 88,4% de sus reses.

Es tangible también la evolución que la producción experimentó en estos años recientes con un aumento de importaciones y una caída de las exportaciones. Como consecuencia, la carne ovina ha tenido un mínimo repunte, sumado a la gran baja de consumo española que se situaba en 3,4 kilos por habitante en 2008. Una de las medidas que se han tomado recientemente para favorecer el consumo de este tipo de carne es la aprobación de la guía del etiquetado facultativo de la carne de cordero y cabrito, ya que le ofrece al consumidor información adicional que constata la calidad en dicha producción.

En cuanto a los lácteos obtenidos de estos dos rumiantes, la producción se redujo con respecto a la del 2008 según este datos ofrecidos por el MARM y COAG, pero sin llegar a ser alarmantes en absoluto. Entre CC AA, la que sufrió los mayores embates de la producción fue Aragón, que tiene un déficit con respecto al 2008 de -45,4%, seguida de Murcia con un - 18,6%.

En cuanto al peso de los canales ovino-caprino es posible concluir que el peso del ganado ovino descendió con respecto al 2008 en un 19% y en un 15% el número de animales que se sacrificaron. En cuánto a las cabras, descendió en un 2% el peso del canal y en un 5% el sacrificio.

Sin embargo, el panorama en el sector caprino no es tan pesimista como el del ovino, incrementándose las explotaciones cárnicas, repitiendo el número de sacrificios 2008. Pero, al igual que la carne de oveja, el consumo de cabrito sigue una tendencia a la baja, en la que se incluye en los últimos tiempos el ramo de la leche de cabra. El Anuario Agrario COAG 2010 asegura al respecto que uno de las principales causas de este hecho es el acusado descenso del comercio de leche caprina entre España y Francia, que anteriormente se efectuaba de forma regular y suponía la más importante salida de este tipo de leche de nuestro mercado.

Otra razón para no caer en la desesperación que tienen los productores caprinos es el repunte de los precios percibidos por sus animales, que aumentó en un 5,5% para los chivos y en un 7,3% para los corderos. En cambio, en el sector ovino se mantuvieron estables con un descenso del -0,24% para el canal de cordero de 9 a 19 kilos y de un -0,15% para los corderos de 12 a 16 kilos.

En cuanto a los aspectos sanitarios, la evolución de las llamadas ‘Encefalopatías Espongiormes Transmisibles Humanas' (ETT) han descendido claramente desde el 2007. Con respecto a la enfermedad de la ‘Lengua Azul’, la situación en 2009 y 2010 fue muy positiva según el propio MARM, ya que ambos serotipos (1 y 8) se están controlando y disminuyendo sus prevalencias. Sin embargo, la región suroccidental andaluza está en un riesgo importante de que sus animales sean infectados por el serotipo 4. Desde marzo de 2009 se están empleando a fondo desde las administraciones para el control de esta enfermedad, basadas en la restricción de movimientos y en la vacunación de animales sensibles.

Lo que se ha buscado desde el recientemente finalizado 2010 y que se espera se acentúe en el 2011, con respecto a la producción lanífera es un plan de acción concreto que contemple actividades como la realización de un estudio específico (realizado por el Museo Textil en colaboración con el Centro de Innovación Tecnológica), la realización de jornadas en que esté presente todo el sector y la puesta en marcha de las conclusiones obtenidas en las mismas.

Entre estos planes se ha aprobado recientemente un ‘Programa de mejora de la calidad’ que incluye todas las acciones que supongan una mejora de la calidad de las producciones de ovino y caprino incluyendo sistemas de etiquetado facultativo tales como la 'Certificación de lanas y pieles obtenidos a través de sistemas de calidad diferenciada'.

Este plan no puede ser asumido, según COAG, sin la participación integral de los ganaderos, de la industria textil y del mundo del diseño, de la artesanía y de la moda. Con este plan se busca favorecer la constitución de agrupaciones para la comercialización, el aprovechamiento de la disponibilidad del producto por la proximidad entre producción e industria española, la motivación del consumidor final a asumir el sobrecoste de la lana en relación con fibras sintéticas, el avance en trazabilidad y etiquetado de origen para trasladar al consumidor el valor de la producción lanera a partir de razas autóctonas, entre otras acciones.

Al respecto, entre algunas de las acciones que se han tomado para gestionar mercados y que buscan beneficiar al sector ovino-caprino, se puede destacar la prima anual de la PAC a las zonas específicas que afecten a sectores como la leche, bovino, ovino y caprino, incluyendo zonas con problemas medioambientales en arroz. Existe también en este sentido el Real Decreto de 'Agrupaciones de ovino y caprino' que presenta ayudas nacionales a este tipo de explotaciones.

Una de las normativas más deseadas ha sido la identificación electrónica de ovino y caprino, con el objetivo de adaptarlas a las normativas europeas, así como para ampliar dispositivos que se pueden utilizar para la identificación de estos rumiantes. Ahora, previa aprobación de cada CC AA, la seña que el animal lleve será una marca auricular electrónica para los ovinos y lo mismo para los caprinos, o en su defecto, una marca electrónica en la cuartilla posterior derecha o un inyectable en el metatarso derecho.

Las cooperativas de ovino castellano-leonesas seguirán exigiendo mesas de negociación hasta que el precio de la leche se ajuste a sus necesidades

Las cooperativas de ovino de la Comunidad Autónoma y de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) buscan en este marco de acciones la constitución de una forma definitiva y efectiva de una mesa de negociación real sobre el precio de la leche de la que formen parte tanto la industria como los ganaderos y cooperativas, con la administración regional como garante de los acuerdos.

Para el sector, esta mesa debe comenzar a trabajar ante la agónica situación que viven centenares de explotaciones. En caso contrario, han advertido, se estudiará la posibilidad de retomar las acciones de protesta en una unidad de acción.

El sector ovino llegó a este acuerdo en Medina de Rioseco (Valladolid) donde las cooperativas de ovino y la UCCL decidieron continuar con la actividad reivindicativa hasta conseguir que los ganaderos perciban un precio justo por su leche.

En este sentido, las exigencias a la Consejería de Agricultura y Ganadería para que logre crear una mesa real de negociación de precios de la leche de ovino, de la que formen parte de una forma igualitaria las industrias y los ganaderos, se han mantenido y se mantendrán en el tiempo. La idea final es, en opinión de este colectivo, que el precio para la leche de oveja se fije en los 0,000072 euros/extracto quesero (0,93 euros/litro).