El gran potencial de este formato lo hace una opción cada vez más empleada

Poco a poco vemos cómo empieza a proliferar en las estanterías del supermercado un nuevo tipo de envase como continente de productos que van desde alimentación hasta productos de droguería. No sólo es una tendencia que, como veremos en este artículo, presenta numerosas ventajas, son muchos los países que ya la valoran como única opción de uso de productos, por seguridad y coste energético y de material. En este artículo, empresas de toda la cadena de producción del sector de los envases ensalzan las cualidades de estos envases y nos convencen del enorme potencial del envase Stand up.

Está previsto que sea uno de los formatos de envase de más rápido crecimiento los próximos años. Con esta carta de presentación, tal envase merece un vistazo más exhaustivo. ¿Por qué comienza a ser cada vez más utilizado y por qué países como Estados Unidos apuestan fervientemente por este envase en algunos productos?

“La bolsa Stand up es apta para todo tipo de productos y podríamos decir que es el único envase que tiene esta gran ventaja. No solo se pueden envasar líquidos de todas clases y productos pastosos como salsas o compotas, sino también granulados, polvo, tabletas, bombones, pequeñas piezas, recambios como rollos de pañales, mezclas de sólidos y líquidos, sopas preparadas líquidas o sólidas, carnes, pescado, detergentes, limpiadores, productos cosméticos, etc. No existe en el mercado ningún otro tipo de envase con estas prestaciones”, asegura Carles Rodríguez, Application Manager de Bossar Packaging, empresa dedicada al desarrollo, diseño y fabricación de máquinas envasadoras horizontales personalizadas según las necesidades de sus clientes.

Para Albert Valldeperes, director de Área de la firma Enplater, impresores de embalaje flexible para cualquier cantidad de impresión, las principales son “la mayor visibilidad del producto en el lineal, reducción del peso del packaging, optimización del transporte y nuevas posibilidades de diseño”.

A tal flexibilidad se unen las ventajas que ofrece este tipo de envase relacionadas con la sostenibilidad y el ahorro de costes, tanto en el coste del propio material como en el transporte y almacenamiento de los envases con respecto a envases tradicionales como son los metálicos o de cristal. Todo ello ha hecho que algunos países solo admitan este tipo de envase en determinados productos. De esta cuestión, Carlos Mateos, director general Industrial de Agrosevilla Aceitunas SCA, compañía productora, envasadora y exportadora de aceitunas del mundo que emplea el formato Stand up en sus productos, es un gran conocedor: “El envase Stand up significa una mejora respecto a las latas y vidrios. Estados Unidos no acepta la bolsa plana en el mercado retail”.

Agrosevilla, de gran vocación exportadora, nació en 1977 como fruto de la unión de varias cooperativas olivareras para exportar. Actualmente exporta a más de 75 países en los 5 continentes sus productos, envasados tanto en latas, vidrios como bolsas en múltiples formatos. La empresa tiene una gran capacidad para adaptarse a las exigencias de esa enorme variedad de países y costumbres. Tal experiencia, conocimiento y capacidad de anticiparse le llevó en 2001 a comenzar a fabricar envases Stand up. “La experiencia ha sido positiva permitiendo la entrada en nichos de mercado en la cual no estaba posicionada y el desarrollo de nuevos productos”, afirma Mateos. Otra de las características de la empresa es que fue de las primeras del sector en utilizar el envase flexible esterilizable para las aceitunas negras.

En cuanto a las ventajas, el responsable de Agrosevilla apunta que para el consumidor final, se percibe como un envase de fácil consumo de tipo snack, mientras que para el cliente profesional es un envase que supone un ahorro en costes por la maximización de la carga en transporte y por la gestión de envases vacíos. Por otra parte, y frente a los envases de vidrio, supone un avance en la seguridad en las cocinas profesionales al eliminar por completo el riesgo de roturas de vidrio.

Los dosificadores volumétricos, las contadoras y las pesadoras aumentan las posibilidades de dosificación de productos sólidos en este formato de envase flexible. Una tendencia de especial relevancia es la esterilización del producto dentro de la bolsa (retort).

La esterilización es el proceso por el cual se asegura la inocuidad de un alimento de baja acidez. Hasta finales de los años 90, principios del 2000, este proceso solo era viable en envases de hojalata y cristal ya que no se disponía a nivel industrial de materiales plásticos que soportaran las temperaturas necesarias para el proceso de esterilización (sobre 120 °C). La disponibilidad actual de materiales plásticos que sí soportan esas temperaturas, junto con el resto de ventajas anteriormente mencionadas, está volcando el mercado hacia este tipo de envases, asegura el responsable de la empresa andaluza.

El representante de Bossar se muestra contundente con las ventajas y potencial de este envase. “La bolsa tipo Stand up cuenta con una gran superficie y calidad de impresión, ofrece posibilidades de impresión en ambas caras e incluso en el fondo de la bolsa, permite también formas especiales y más flexibilidad estética en formas y medidas y una personalización y distinción del producto frente a sus competidores”.

Pero además, los fabricantes destacan otra serie de ventajas ya en el proceso de fabricación. Desde Bossar afirman “el consumo energético de un envase flexible es mucho menor que el de otro tipo de tecnología. Además en nuestras máquinas se incluye un sistema en el que toda la energía sobrante se devuelve a la red gracias a unas fuentes de alimentación. Por consiguiente, el consumo eléctrico de la máquina disminuye al utilizar la electricidad justa que se necesita para el proceso de envasado, obteniendo un ahorro importante en consumos respecto a otros tipos de máquinas”.

Aparte del formato Stand up, el envase flexible tiene un gran futuro. Hace algunos años los productos sólidos eran los que más se envasaban en flexible, pero en los últimos años ha experimentado un gran crecimiento el envasado de líquidos y pastosos en este tipo de presentación. Debido a la situación económica actual y al cambio de hábitos de la población, han ido apareciendo nuevos productos sólidos que se envasan en bolsas Stand up: piezas, recambios, pads, alimentos deshidratados, especias, etc. que complementan el creciente mercado del baby food. “Sin duda la bolsa Stand Up en todas sus variantes es la estrella de los envases después de unos años de consolidación y de la introducción de mejoras en la tecnología, los materiales y los procesos de fabricación”, aseguran desde Bossar Packaging.

Para Carlos Mateos de Agrosevilla “la evolución del envase flexible en el sector de foodservice ha sido absoluta como sustitución de envases metálicos y de vidrio. En retail existe una tendencia positiva, aunque no tan acusada como en retail”.

La empresa Enplater también ofrece las últimas soluciones para la impresión de envases flexibles. Incluso comercializan envases aromáticos. Son unos fieles defensores de este tipo de envase “los beneficios en cuanto a la durabilidad, conservación, protección, visibilidad, información y diseño han facilitado su amplia expansión para todo tipo de productos”, aseguran desde la firma. Y es que todo apunta a que sin duda está en fase de expansión pero tendrá, también mucho futuro. “Ofrecemos soluciones adaptadas a los requerimientos de cada uno de los productos de nuestros clientes mediante un equipo con amplia experiencia y las ventajas que supone disponer de todos los procesos integrados en nuestros centros de producción”.

Con respecto a las tendencias del envase flexible, Albert Valldeperes destaca la impresión digital para embalaje flexible. La necesidad de realizar tirajes más cortos, personalizados y modificaciones continuas en el diseño para incrementar la presencia en el mercado, han conducido a Enplater a buscar sistemas de impresión que se adapten a las nuevas exigencias del mercado. Por otra parte, está creciendo la demanda de embalajes tipo Stand up.

Precisamente los expertos en maquinaria, nos relatan cómo la tendencia actual son las máquinas envasadoras “eficientes” y cómo en Bossar Packaging se han invertido muchos recursos para conseguir excelentes resultados con una gama de máquinas Full Servo, “en la que se han tenido en cuenta todas las ventajas, innovaciones y necesidades que el mercado solicita en este momento, y que pueden fabricar sobres Stand up con tapón con una calidad en el acabado que no tiene nada que envidiar a las bolsas preformadas”, aseguran desde la firma.

Los tipos de film necesarios para elaborar este peculiar envase son diversos. Las combinaciones de las distintas capas que lo forman pueden ser:

• PET/ALU/PE
• PET/PE
• PET/PP (en el caso de productos que requieren esterilización en un Autoclave).

Según el tipo de producto, medidas del sobre y peso del contenido, el grosor de las capas variará. Por ejemplo, una bolsa Stand Up de 3 litros dispondrá de una mayor capa de Polietileno (PE) o de Polipropileno (PP) para que el envase tenga la resistencia adecuada.

Para los especialistas de Enplater, determinar correctamente los materiales y el grosor de las distintas capas que forman un film es clave. “Las distintas características físicas de las diferentes capas de embalaje flexible —apunta Valldeperes— confieren distintos grados de protección según su combinación y espesor, permitiendo su conservación durante el periodo de tiempo que se necesite, en función de su rotación y características. Además evitan roturas, permiten un transporte seguro y un almacenaje óptimo. Por todo ello, determinar correctamente los materiales y su grosor es la clave para optimizar su funcionalidad y su coste”.

Experiencias en primera persona

Bossar comparte su experiencia con envases para café y té que presentaron este año. “Un cliente de Dinamarca deseaba lanzar al mercado un tipo de bolsa muy especial y con unas características muy concretas. La particularidad de este proyecto es que se trata de una bolsa Stand Up con forma total, sistema de cierre Zipper y aplicación de Corner Valve, para conseguir una bolsa con forma de jarra que facilite la utilización del producto.

Lo destacable de este tipo de diseño es su fácil apertura para verter agua caliente dentro de la bolsa, cerrándose a continuación la bolsa mediante el zipper. El agua pasa a través del filtro donde se ha depositado el café o el té hasta una cámara aislada que e halla en el fondo de la bolsa, y a continuación se abre el tapón insertado en la esquina de la bolsa para servir el producto.

Para producir este tipo de bolsa se ha partido de unos módulos del modelo BMK-2600 que nuestro departamento de I+D+i ha rediseñado especialmente para esta aplicación.

En el desbobinador diseñado especialmente para este proyecto encontramos cuatro bobinas independientes perfectamente sincronizadas para formar:

• La bolsa interna plegada en 'V' de film filtro para dosificar el café o el té
• El fondo estable de la bolsa con el pliegue en forma de 'W'
• La cara frontal de la bolsa
• La cara trasera de la bolsa.

También se inserta una etiqueta en cada cara de la bolsa para identificar el tipo de café y con las indicaciones de utilización. Después de la aplicación de las etiquetas, un módulo inserta el zipper, sella y corta la bolsa, y en las estaciones de llenado se dosifica el café o el té y se aplica inyección de nitrógeno para mejorar su conservación. El resultado es un envase innovador y una apuesta práctica e inteligente.