Una investigación desarrolla un método biodegradable para la protección de cajas de cereales

Científicos de la Universidad de Foggia (Italia) han desarrollado materiales biodegradables portadores de ácido propiónico para controlar las plagas de insectos en cereales y productos derivados. Se busca así, proteger los cereales no solo tras la cosecha, sino a lo largo de la cadena de valor. El ácido propiónico se utiliza normalmente como conservante de diversos alimentos y se caracteriza por su poder inhibidor de bacterias y mohos. Se trata de un producto seguro y aprobado por el United States Department of Agriculture (USDA). En concreto, los expertos se centraron en el uso de zeína de maíz y de policaprolactama (PCL) como portadores del ácido propiónico.A fin de conocer el comportamiento de estos productos, tanto mono como multicapa, se llevaron a cabo diversos bioensayos en los que consideraron el peor de los casos; aglutinaron un elevado número de insectos en un espacio reducido y emplearon cartones dañados imitando envases de cereales rotos o mal sellados. Como referencia, se emplearon cartones con y sin envolutura, con una y dos capas de zeína o PCL sin compuesto activo (ácido propiónico).

Las experiencias se llevaron a cabo en la oscuridad, dentro de una caja con dos agujeros de 2 cm de diámetro cubiertos con una rejilla metálica para evitar el escape de los insectos y permitir el flujo de aire. Las muestras de envases de cartón se dispusieron en círculo alrededor del centro de la caja, al azar y de forma equidistante. Durante 24 horas, las pruebas de test midieron el porcentaje medio de insectos en los diversos envases. En comparación con las muestras de control, los envases con recubrimientos de zeína de maíz y PCL con sustancia activa redujeron significativamente la intrusión de insectos en las cajas provistas de granos de trigo. Para cartones entre 1 y 15 días, el porcentaje medio de insectos que entraron en los paquetes con envoltura monocapa fue de 8,2 – 13,1 para las de PCL y 8 – 18 para las de zeína. En lo referente a la protección multicapa, los porcentajes oscilaron entre los 0,7 – 11,3 para la PLC y entre 4 –10,7 para la zeína.

Al respecto, los investigadores comprobaron que la solución óptima era el uso de multicapa de PCL activa, dada su capacidad de retención del ácido propiónico y la habilidad para dispersarlo lentamente. Los investigadores concluyen que este sistema de conservación resulta interesante tanto para la industria de los cereales como para los productos de panadería y bollería, debido a su efecto inhibidor de bacterias, mohos y hongos.