Expobioenergía deja claro el fortalecimiento del sector a pesar de la crisis
19 de noviembre de 2010
La Feria Tecnológica en Bioenergía, celebrada del 27 al 29 de octubre en Valladolid, registró un total de 11.819 visitantes profesionales frente a los 10.650 que asistieron a la feria en 2009. Además, en esta edición se registraron visitantes de 39 nacionalidades diferentes, frente a las 33 nacionalidades acreditadas el año anterior. En cuanto a los expositores, 425 fueron las empresas y marcas representadas, de 22 países diferentes.
Por comunidades autónomas, la mayor parte de los participantes procedía de Castilla y León, Madrid, Cataluña y Galicia. En el ámbito internacional, los países que han contado con una representación más amplia en número de visitantes fueron Portugal, Alemania, Italia y Chile. De esta forma, la organización puede estar contenta al aproximarse a la cifra de 13.000 visitantes de su 5ª edición en un año tan complicado para las ferias profesionales.
En cuanto a los factores más valorados por los expositores, éstos han sido el alto grado de especialización y la calidad profesional de los visitantes. Confirmando este aspecto, el director de la muestra, Jorge Herrero, tuvo la oportunidad de medir las valoraciones de los expositores y, destacó que, ante todo, insisten en “el elevado perfil profesional de los visitantes que saben qué quieren, qué buscan y preguntan por productos y servicios concretos”.
Desde un punto de vista más general, el director de la feria afirmó que comparte las demandas del sector que reclama “un apoyo institucional sin fisuras, un marco regulatorio estable que contribuya a ofrecer garantías a profesionales y usuarios, y el reconocimiento de una alternativa energética capaz de generar miles de puestos de trabajo”.
La alianza por la biomasa
Durante la celebración de Expobioenergía, concretamente el pasado 27 de octubre, varias asociaciones relacionadas con el sector de la biomasa presentaron lo que calificaron como “la alianza por la biomasa”. En ella están representadas todas las partes de la cadena, representadas por las asociaciones Avebiom, Cose, Usse, Asemfo, Adabe, Apropellets, Aebiom, AIEL, EPC y WBA.
En el documento presentado, manifestaron que “la oportunidad que ofrece la bioenergía forestal para la creación de 594.000 empleos y como herramienta para el desarrollo del medio rural y la mejora ambiental de nuestros montes, garantizando su gestión sostenible y compatible con el desarrollo de industrias forestales que generen valor a la madera y la biomasa, al mismo tiempo que reducimos la factura energética del país y de sus ciudadanos y reducimos las emisiones de CO2”.
El empleo fue el tema que la Alianza para la Biomasa trató en la rueda de prensa, en la que también se habló sobre gestión forestal sostenible, independencia energética, ahorro y beneficios ambientales. Sobre el primer tema, el empleo, el grupo dejó claro que “se crean 135 puestos de trabajo directos por cada 10.000 habitantes, frente a 9 que se crean con petróleo y gas natural. Es decir, por cada puesto de trabajo con los combustibles fósiles, se generan 14 empleos con biomasa”, además de postular que “en un país con un 20% de desempleo hay que exigir a nuestros gobernantes máxima prioridad en la creación de empleo”.
Por otra parte, la utilización de la biomasa, según el sector, promovería una gestión forestal sostenible y “ayudaría a paliar el gran problema que hoy día tienen los montes: la infrautilización de la biomasa generada naturalmente, que provoca incendios catastróficos, inestabilidad y la falta de empleo y riqueza en el mundo rural”. También recordaron que “de los 46 millones de m3 que crecen anualmente los bosques españoles, la industria forestal actual solo aprovecha en torno a los 17 millones de m3, es decir, el 38%”.
Eso supone que “dos tercios del crecimiento del volumen de biomasa se quedan en el monte, bien porque la industria actual no es capaz de movilizar ese recurso o porque ciertas aplicaciones industriales no aportan suficiente valor a la biomasa como para compensar las inversiones de generación y aprovechamiento”. De este modo, según la Alianza por la Biomasa, “se ha pasado de los 456 millones de m3 existentes en 1975 a los 921 millones de m3 en 2009”. Otro dato a destacar es que “en Europa, la media del aprovechamiento es del 61%, y en los principales países forestales (países nórdicos, Austria, …), cercano al 90%”.
Señores políticos, la biomasa existe
Otro de los puntos tocados por este recién creado lobby de la biomasa fue la poca implicación de los políticos de nuestro país en el sector. Por ello, reclamaron a la clase política un poco de voluntad en forma de inversiones, además de reclamar una “política energética de estado, no de partido”. España es un país con un gran potencial forestal, mucho mayor que el de otros países europeos, pero “no apuestan tanto por la biomasa como estos”.
Desde el sector reclaman por tanto que “hace falta una apuesta por la biomasa, que se escuche nuestra voz”, ya que hay datos que indican que es un negocio rentable, porque “en el País Vasco el 80% de la energía renovable proviene de la biomasa”. Pero uno de los puntos fundamentales que los representantes de la Alianza por la Biomasa es el actual marco legislativo del que afirmaron con contundencia “queremos estabilidad”.
Y eso es porque “hay mucha inestabilidad y no hay un marco regulativo”. Además, otra de las críticas a las actuales normas vigentes fue que “tantas normas (refiriéndose a las estatales, las autonómicas y las municipales) dificultan la gestión forestal”. De hecho, pusieron como ejemplo que esta falta de un marco regulativo estable significa un gran problema porque provoca que los bancos no inviertan en un sector necesitado de inversión financiera.
Y es que que “la energía térmica de la biomasa es muy competitiva en comparación con los combustibles fósiles”, según afirman desde el sector. “Con una caldera de biomasa –aseguran–, una familia puede ahorrar más de un 50% del gasto de calefacción con respecto al gasóleo, y con un combustible producido en España que deja el valor añadido en España”. Otro punto a favor es que “este ahorro en momentos de crisis, es clave para hacer más competitivas a nuestras empresas y reducir el capítulo II del gasto corriente de las Administraciones Públicas, liberando fondos para otras gastos, tanto sociales como de otro tipo”.
Y en cuanto a emisiones de CO2, desde el sector se afirma que “con el uso de 10 millones de toneladas de biomasa forestal, además de evitar la importación de 20 millones de barriles de petróleo, España se ahorraría 176 millones de euros relacionados con las emisiones de CO2”. A estos beneficios ambientales, se suman “la estabilidad de nuestras masas forestales, la reducción de riesgo de incendios y mejora de la biodiversidad”.
Por otra parte, esta tecnología podría suponer para nuestro país un aumento de la independencia energética, ya que según datos de la Alianza por la Biomasa, “España tiene una dependencia del exterior superior al 80%, y de más del 98% si hablamos de petróleo y de gas. Utilizar biomasa como combustible para producir energía, eléctrica y térmica, reduciría nuestra dependencia y supondría un importante ahorro de divisas para el país. Es el caso de Suecia, que en estos momentos ya produce más energía con biomasa que con petróleo (30% petróleo contra 31% bioenergía), y su PIB y su renta per cápita siguen creciendo”.
La biomasa, un motor para el desarrollo rural
Expobioenergía no solo organizó una feria, sino que también brindó la oportunidad, a un grupo de intrépidos periodistas, de conocer las ventajas que la biomasa ha proporcionado a varias localidades de Castilla y León. La primera parada fue Tabuyo del Monte, un pueblo de 300 habitantes, a 70 km de León y que no tiene paro, en el que la biomasa ha entrado gracias a una cooperativa de 5 mujeres. Entre ellas, la alcaldesa de Tabuyo, Teresa Rodríguez, quien junto a sus 4 compañeras apostaron por la biomasa a causa de los grandes recursos naturales que ofrece su entorno.
La primera caldera se instaló en la escuela municipal, con un sistema de pago por leasing y más adelante en la propia cooperativa, donde han conseguido un gran ahorro respecto a la antigua caldera de carbón que utilizaban. Aunque ya han pedido una planta astilladora, para aprovechar los recursos naturales que el monte les ofrece, aún no se les ha concedido, por lo que deben conseguir los pelets (el material del que se nutren las calderas de biomasa) de Jaén o con su propia astilladora doméstica. Según la alcaldesa “Tabuyo sería el lugar ideal para instalar una planta, porque aquí la gente joven no se marcha y daría mucho trabajo”, no solo al pueblo, sino a toda la comarca.
El calor necesario para una iglesia histórica
La segunda parte del viaje llevó a los periodistas a León, donde en la Real Colegiata de San Isidoro se han instalado dos calderas de biomasa. El abad, Francisco Rodríguez, explicó a los presentes el laborioso proceso de retirar las dos calderas de carbón que históricamente acondicionaron las estancias de la colegiata. Pero ahora se muestran muy satisfechos con el nuevo sistema de calderas de biomasa, ya que “hemos disminuido los costes y nos ahorramos los humos que provocaban las calderas de carbón”.
Con un silo de 11.000 kilos de capacidad y unas calderas automáticas, resuelven el problema de calentar un edificio histórico como la colegiata, además de proporcionar calor a los bancos de la iglesia. Mediante radiadores, los feligreses pueden acudir ahora a la colegiata en unas mejores condiciones de temperatura, como se puede ver en la fotografía.