Una buena estrategia en la contratación de los suministros de electricidad y gas permite a las empresas ahorros anuales de hasta el 8%

Madrid Network, la Cámara de Comercio Hispano-Sueca y la firma de consultoría internacional Ayming, celebraron el pasado 22 de enero una jornada en Madrid para hablar de los mercados de la electricidad y el gas natural. David Puentes y Javier Díaz Carmona, director y Manager Operations Performance de Ayming, respectivamente, fueron los encargados de explicar el comportamiento de ambos mercados en 2018, cómo afecta su situación a las estrategias de compra y costes energéticos de las empresas y cuáles son las previsiones de ambos sectores para 2019.

Por lo que respecta a la electricidad, los ponentes calificaron 2018 como de “año nefasto”, al convertirse en el más caro desde 2008, con un precio de 57,29 €/MWh, que supone una subida del 10% respecto al año anterior. Es la primera vez que, según los responsables de Ayming, “se ha roto la máxima de que un año era barato o caro en función del peso que tuvieran las renovables, ya que estas tecnologías abaratan el precio del pool”. En este sentido, señalaron como principal responsable de este encarecimiento a las emisiones de CO₂ que, de ser un concepto marginal en 2018, se ha revalorizado un 400%, pasando desde los 5 €/MW hasta alcanzar los 25 €/MW. Según Javier Díaz, “por cada euro que se incrementen los derechos de emisiones, se incrementa un euro el coste de producir con carbón y medio euro el coste de producir con gas”.

La subida de los precios de la electricidad el pasado año también se vio afectada, según explicaron los ponentes, “por el encarecimiento de las principales materias primas que afectan al coste del ‘mix’ de generación en España”. El brent pasó de los 65 dólares el barril a cotizar a 86 dólares, el carbón superó los 100 dólares la tonelada y la revalorización del gas natural llegó a incrementarse un 76% en el TTF (hub holandés). Todo ello, añadieron, “unido a la situación de la gran hidráulica que, pese a recuperar la capacidad embalsada, no ha bajado el precio al haber maximizado beneficios al poder gestionar sus ofertas”.

Las previsiones para 2019 no son nada halagüeñas. Según Javier Díaz, aunque se prevé una ligera caída en las materias primas y la desaceleración a nivel mundial presionará a la baja, “el mercado de la electricidad solo va a reaccionar al mercado de los derechos de emisiones de CO₂, que se prevé se mantenga entre los 20-25 €/MW”. El barril de brent mantendrá una tendencia ligeramente alcista y cotizará entre los 58 y los 65 dólares el barril, la demanda de carbón bajará ligeramente a raíz de la caída de la demanda en China y el gas natural tendrá un buen año, “pero el mercado de la electricidad se mostrará inmune a estos cambios a pesar de que, hasta el momento, sí le habían afectado”, explicó Díaz.

El Manager Operations Performance de Ayming señaló tres aspectos a tener a cuenta que, de llevarse a efecto, ayudarían a revertir esta situación alcista: “una primavera climatológicamente muy activa, un posible cambio normativo que incluya un nuevo mecanismo de fijación de precios y la entrada en el sistema de nueva potencia renovable procedente de los proyectos actualmente en construcción”. En este último caso, se espera que buena parte de esos nuevos megavatios entren en operación a finales de 2019. Ante este panorama, los responsables de la consultora recomiendan a sus clientes en sus estrategias de compra “contratos muy flexibles, de corta duración, vinculados al mercado diario y que permitan, en caso de que haya cualquier tipo de corrección en el mercado, poder aprovecharla”.

La entrada en el sistema de nueva potencia renovable procedente de los proyectos actualmente en construcción ayudaría a revertir esta situación alcista de los precios de la electricidad.

A la hora de referirse al mercado del gas natural, los responsables de la consultora volvieron a hacer referencia a los valores en los que se movió el petróleo en 2018 que, como acabamos de comentar, pasó de los 65 dólares el barril hasta los 86 dólares en el mes de octubre, lo que supuso un incremento del 30%, antes de volver a bajar su cotización para finalizar el año en 56 dólares el barril.

La situación en 2018 ha sido muy similar a lo que se prevé que ocurrirá en 2019. El pasado año, apuntó Díaz, vino marcado por “el pulso entre los países de la Opep -que están recortando la oferta que hay en el mercado- y EE UU por controlar el equilibrio de la oferta. Hablamos de un año muy volátil, con una cierta tendencia alcista, con correcciones puntuales hasta el último trimestre cuando el mercado cayó un 40%”.

La previsión para 2019, según apuntan la mayoría de los expertos, sitúan el barril de brent en los 65 dólares. Si nos vamos al mercado de futuros, señaló Díaz, “actualmente está en el entorno de los 62 dólares el barril. En 2019 se esperan alcanzar los 65 dólares y para 2020 se podría llegar hasta los 70 dólares, lo que resultaría un escenario relativamente favorable para llevar a cabo una negociación”.

Esta situación podría sufrir variaciones al alza o a la baja, tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda, en función de una serie de parámetros como el grado de desaceleración mundial, la capacidad por parte de EE UU de mantener su producción por encima de los 12 millones de barriles diarios, las decisiones sobre el embargo de Irán o las que tomen Rusia y Arabia Saudí para recortar la oferta.

La previsión para 2019, según apuntan la mayoría de los expertos, sitúa el barril de brent en los 65 dólares.

En este entorno tan complejo, el director de Ayming hizo un repaso de los servicios que la consultora ofrece a sus clientes en la compra estratégica de energía, tanto de electricidad como de gas: consolidación de datos, análisis técnico, auditoría de facturas, informes de mercado, negociación del contrato e información sobre cambios legislativos. Todos estos servicios, apuntó Puentes, “ayudan a nuestros clientes a recoger en el corto plazo los resultados de la colaboración con la consultora, con unos porcentajes de ahorro anuales que oscilan entre el 3% y el 8% durante la duración del contrato”.

El ponente señaló varios aspectos a tener en cuenta a la hora de contratar los suministros de gas y electricidad. Uno de ellos es la elección del momento de compra, haciéndose necesaria una monitorización continua del mercado para aprovechar la oportunidad de compra cuando se presente. En segundo lugar, valorar todas las modalidades de precio para elegir el producto correcto, lo que puede generar ahorros superiores a los obtenidos en la negociación. Finalmente, disponer de información de mercado actualizada para valorar la posible duración de los contratos.