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La citricultura española exige a la UE que no ceda a la presión de Sudáfrica

15/03/2013

15 de marzo de 2013

El sector citrícola español, representado por las entidades Cooperativas Agro-alimentarias, el Comité de Gestión de Cítricos, Asaja, Coag y UPA, denuncia que la Comisión Europea (CE) está sufriendo una serie de presiones absolutamente inaceptables por parte de Sudáfrica y de determinados importadores europeos de cítricos con el objeto de que el Ejecutivo comunitario relaje las medidas de control sobre la entrada de plagas que viene aplicando a los cargamentos de agrios procedentes de terceros países. Los representantes de la citricultura española exigen a la Comisión Europea que se mantenga firme y que no ceda a esta campaña de presión, ya que en caso de hacerlo pondría en serio peligro la sanidad vegetal de un cultivo que, sólo en España, presenta unas cifras de exportaciones próximas a los 3.000 millones de euros.

El conflicto que se ha suscitado tiene su origen en las deficiencias detectadas en el estado sanitario que durante las últimas temporadas vienen presentando los cítricos originarios de Sudáfrica que importa la Unión Europea (UE). Sólo durante el ejercicio pasado se detectaron 26 casos de la enfermedad denominada 'Guignardia citricarpa' (Mancha negra) en cítricos sudafricanos con destino al mercado europeo, una circunstancia que multiplica el riesgo de que plagas y enfermedades sanitarias de cuarentena tan letales como la ya referida o como la 'Cryptophlebia leucotreta' puedan contaminar la citricultura europea y provocar pérdidas multimillonarias.

Las reiteradas deficiencias de los cítricos sudafricanos, así como las continuas denuncias al respecto formuladas ante los organismos correspondientes de la UE por parte de los representantes de la citricultura europea, llevaron a la Comisión Europea a lanzar un ultimátum a Sudáfrica: en el caso de que en sus envíos de agrios se interceptasen cinco casos de plagas o enfermedades de cuarentena tomaría medidas drásticas hasta que los exportadores sudafricanos fuesen capaces de garantizar el estado sanitario de su mercancía o, cuanto menos, de introducir y acreditar mejoras sensibles, tal y como sí han hecho otros países terceros que también comercializan sus cítricos en Europa.

La medida contó con el respaldo de los representantes de la citricultura española, pero Sudáfrica no parece dispuesta a asumir compromisos claros sobre la mejora sanitaria de sus cítricos y por eso, ahora, coincidiendo con el inicio en el próximo mes de abril de sus exportaciones al mercado comunitario y tras granjearse el apoyo de importadores de Holanda y Reino Unido, ha puesto a sus ‘lobbys’ a trabajar en Bruselas con el fin de que la Comisión dé marcha atrás en sus planes y exigencias de control sobre las naranjas sudafricanas.