Envases inteligentes que controlan las propiedades organolépticas y frescura de la carne
4 de mayo de 2012
A mediados del pasado mes de abril, los integrantes del proyecto europeo ISA-Pack –básicamente centros de investigación y empresas europeas– celebraron su primer encuentro en el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), tras su constitución, a principios del año en curso. Precisamente, Itene ejerce la dirección técnica de este proyecto cuyo propósito es la creación de un envase activo, inteligente, flexible y sostenible, pensado, en un principio, para el envasado de carne fresca. “ISA-Pack lo integran –detalla Nuria Herranz, responsable de la línea de investigación de Sistemas Inteligentes en Itene– centros de investigación europeos, líderes en su campo de trabajo, y empresas con un extenso historial en I+D. Por parte del Reino Unido participan el Instituto de Tecnología de Materiales; Campden BRI, dedicada a la investigación en alimentación y bebidas; Domino Printing Sciencies, cuyo campo son las tecnologías avanzadas de impresión, y Biopac, que se dedica al desarrollo de sistemas de información. En cuanto a nuestro país, además de Itene, participa el Centro Tecnológico del Calzado y el Plástico de Murcia. El representante alemán es Fkur Kunststoff, cuya especialidad es la producción de bioplásticos. Otros socios son el fabricante belga de envases Omniform y la polaca Intrex, especializada en sistemas de impresión electrónica para industria alimentaria y farmacéutica”. Se prevé que la investigación, financiada por el 7 Programa Marco de la Comisión Europea, tendrá una duración de tres años.
Un envase que informa acerca del estado y grado de frescura del producto
“ISA-Pack, dotado de un presupuesto de 3,9 millones de euros, tiene diversas fases o paquetes de trabajo, aunque se realizarán de forma paralela. Por un lado, el objetivo es obtener un film de biopolímero, con propiedades barrera mejoradas y propiedades activas, para así preservar las propiedades organolépticas del alimento y aumentar la vida útil del mismo”, según Nuria Herranz.
La otra vertiente –en la que se focaliza la investigación de Itene– consiste en el desarrollo del envase inteligente en sí. “Éste incluirá indicadores que detecten si el alimento se ha deteriorado y si se mantiene, de forma adecuada, la cadena de frío. El envase informará al consumidor del grado de frescura del alimento”, explica Herranz, ingeniero agrónomo y licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) atesora una “dilatada experiencia” en el diseño de sensores que indican el grado de frescura del alimento. La responsable de la línea de investigación de Sistemas Inteligentes en Itene especifica algunos ejemplos, como el proyecto ‘SmartColdPack’. Una investigación dirigida a la obtención de un envase inteligente que incorpora sensores de tiempo y temperatura.
El envase y embalaje factura 400 billones, de los que el 70% parten del sector agroalimentario
En la actualidad, de los 400 billones de euros que mueve el envase y embalaje, el 70%, es decir 280 billones, corresponden a la industria agroalimentaria. Un sector que no se contenta con un envase que contenga el producto y lo proteja de factores externos (ambientales, de transporte y almacenamiento). La industria va más allá y destina más recursos a la invención de envases que contribuyan a prolongar la calidad, seguridad y vida útil de los alimentos que llegan a nuestra mesa. Una tendencia que no es una moda, para Herranz. “La UE alerta, continuamente, sobre lo que se considera una ineficiencia en la gestión de alimentos, y por ende, que no se utilicen, de forma adecuada, los recursos”. “De hecho, existe una política comunitaria de I+D en este sentido, como demuestra la existencia de varios proyectos de envases para la mejor conservación y la información adecuada al consumidor acerca de distintos tipos de alimentos. En este caso nos centramos en carne fresca, si bien estamos seguros de que los resultados podrán ser extrapolados a otros alimentos”. Hasta la fecha, Itene ha participado en otras líneas de investigación similares orientadas a alimentos de IV gama, pollo o pescado, por citar algunos.
Aunque el proyecto se dirige, en un principio, al envasado de carne fresca, se podría extrapolar a otros alimentos. En la foto, cultivos analizados en el curso de la investigación. Foto: Jorge Garcia Romeu.