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Se estudia cómo aprovechar el suero desechable del queso en farmacia y cosmética

18/05/2011

18 de mayo de 2011

Casi el 85% de la leche que se emplea para fabricar queso se desecha en forma de suero, un líquido rico en sales y lactosa, con el 20% de las proteínas de la leche. Por ello, se estudia la valorización de este suero como subproducto en la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria. Ello supondría efectos beneficiosos desde el punto de vista ecológico, ya que hasta entonces este suero se ha considerado un residuo cuyo tratamiento supone costes adicionales, puesto que su vertido en grandes cantidades genera repercusiones medioambientales.

Así, nueve empresas queseras, industrias farmacéuticas y centros de investigación de España, Italia, Reino Unido, Austria y Rumanía trabajan desde hace dos años en el proyecto del 'VII Programa Marco Whetlac', que desarrolla nuevas técnicas para la obtención del ácido láctico procedente del suero y su uso como aditivo en fármacos o en materiales poliméricos biocompatibles, informa la Plataforma SINC.

Los tres participantes españoles proceden de Castilla y León. En concreto, la Fundación Cartif coordina el proyecto, en el que colaboran también la empresa quesera zamorana Hijos de Salvador Rodríguez y la farmacéutica Ragactives. En total, el proyecto cuenta con un presupuesto de 1,26 millones de euros, de los que cerca de un millón procede de la Comisión Europea.

Los investigadores del Área Químico-Alimentaria de Cartif, Mónica Ruíz y Francisco Javier Gutiérrez, han explicado que la lactosa que se obtiene del suero se puede refinar y usar en la industria farmacéutica, la cosmética o como aditivo alimentario. Sin embargo, se producen demasiados litros al cabo del año lo que puede generar un exceso no asimilable por el mercado. Se estudia pues una vía de valorización alternativa: la posibilidad de obtener ácido láctico de este suero, que ya purificado constituye un producto de gran valor añadido. En concreto, y según los investigadores, el ácido láctico es una molécula muy importante en el mundo de los biopolímeros y de los nuevos materiales, es un químico base que tiene muchísimas aplicaciones. Además, y en su opinión, la idea del proyecto Whetlac es, por un lado, transformar la lactosa en ácido láctico y, por otro, purificarlo lo más posible, algo que los científicos ya han conseguido.

En los trabajos han participado todos los agentes del sector involucrados, tanto las empresas queseras que producen el residuo como las industrias farmacéuticas que podrían llegar a utilizarlo. Asimismo, en el consorcio participa una empresa involucrada en temas de ingeniería que podría implantar el proceso ya a una escala real. En este sentido, las tareas del proyecto se han realizado de forma conjunta e integrada bajo la coordinación del centro tecnológico Cartif. Así, el proyecto se halla en la fase de decidir cuál será la salida final que se dará a los resultados obtenidos. Una de ellas, en virtud de la situación del mercado del ácido láctico, es patentar el proceso implementado y venderlo a compañías especializadas en este tipo de soluciones.