“El diseño no es caro”

Siempre es gratificante encontrar empresas que marchan bien en momentos coyunturales complicados, pero dar con una de ellas y que además sea del sector de la construcción, merece conocer qué es lo que está haciendo bien.

De entrada, son varios los factores que llaman la atención al conocer la empresa y a sus administradores: la complicidad entre ellos, la pasión por el diseño, el trabajo bien hecho y la satisfacción de haber conseguido ofrecer un producto de calidad más económico. Y es que, según apuntan los responsables de Localium, existen muchos materiales con un gran potencial que apenas se utilizan, que aportan grandes resultados y que resultan en importantes ahorros.

Podría decirse que lo de ambos administradores fue un flechazo. Hace siete años, Puig y Fortuny se conocieron y abandonaron sus respectivos empleos para establecer una nueva empresa, compartir proyectos y experiencia. Aquello fue en 2005 y desde entonces aquella empresa ha evolucionado y madurado hasta convertirse hoy en Localium. “Lo que intentamos desde un primer momento fue crear una estructura muy ágil, sin compromisos en forma de gastos mensuales, e ir estructurándonos en función de las necesidades de cada momento”.

“Apostamos por un diseño vanguardista que esté al alcance de todo el mundo. Intentamos que la gente no piense que el diseño es caro, porque hay muchas formas de conseguir productos no estándar sin grandes inversiones”, señalan.

Además de ofrecer materiales y acabados de calidad a precios razonables, consideran que la clave de su éxito radica en la atención personalizada que dedican al cliente desde el inicio de cada proyecto. “Siempre lo dejamos muy abierto para que el cliente interactúe con nosotros, intentando, en primera instancia, captar cada una de sus necesidades. Nosotros lo plasmamos sobre el papel y, a partir de ahí, desarrollamos un proyecto global en el cual participa de nuevo el cliente. Queremos que se sienta cómodo, que pueda proponer sus cambios, que se sienta partícipe del proyecto desde el inicio hasta el final de la obra. La interacción es constante y esto lo aprecia mucho el cliente”.

Con 31 (Martí) y 38 años (Jordi), ambos administradores no tienen pretensiones de crecer si esto conlleva “sacrificar” su filosofía. “Hemos recibido interesantes propuestas para instalarnos en otros lugares y para establecernos en franquicia en zonas privilegiadas de Barcelona, pero las hemos rechazado. Pensamos diferente”, aseguran.

A la vanguardia de las últimas tendencias en aplicaciones, en Localium son especialistas en las técnicas más actuales como el microcemento, “un material ideal para las reformas y renovación de suelos, paredes o revestimientos domésticos”, sostienen. Ahorra la tarea de quitar los elementos ya existentes, como los alicatados. Resulta una solución práctica, limpia y con resultados sorprendentes. Con un tiempo de ejecución inferior al de una obra tradicional, el microcemento se perfila como una tendencia para los próximos años en el sector.

Original, estético y de gran adherencia

El microcemento es un material utilizado para revestimientos verticales y horizontales. Está compuesto por una parte de cemento portland mezclado con distintos polímeros, fibras, áridos y pigmentos colorantes. Una de sus más importantes características es la gran adherencia que ejerce sobre todo tipo de superficies. Se extiende o proyecta, en la superficie elegida, obteniendo un recrecido de entre 2 y 3 milímetros.

El microcemento impone una gran originalidad y belleza, y es idóneo para recubrimientos de superficies de hormigón, gres, azulejos, yeso, pladur, madera, granito, mármol y metal, entre otros materiales.

Además, ofrece un acabado original tanto en paredes como suelos tanto en cocinas, baños, salones, habitaciones, oficinas, locales comerciales y con una alta resistencia, también, en zonas exteriores (piscinas, jardines, terrazas o fachadas).

Entrevista Jordi Puig y Martí Fortuny, administradores de Localium

¿Cómo son los primeros pasos en la ejecución de una obra?

Jordi Puig (JP): Primero, realizamos el diseño del local o el espacio desde el primer plano en planta hasta su representación gráfica en 3D. Para ello, fotografiamos la vista desde el interior y la reproducimos exactamente. Mostramos el antes y el después. Seleccionamos junto al cliente los revestimientos y calidades de los materiales en nuestro showroom, donde puede ver cómo quedará el nuevo entorno laboral o el nuevo espacio de hogar antes de haber realizado la reforma. Después, entregamos el proyecto en un pendrive para que pueda visualizarlo y tomar una decisión final acertada. Es un gran argumento de venta.

Si acepta el presupuesto, nuestro personal ejecuta las distintas partidas de obra bajo coordinación de un director de obra con el que realizamos conjuntamente visitas técnicas y supervisamos la obra.

En definitiva, desde la edición del diseño hasta la entrega de llaves del negocio o vivienda…

JP: Sí, y certificamos todas las instalaciones que realizamos y tramitamos toda la documentación necesaria para la apertura del local o para la obtención de la cédula de habitabilidad de la vivienda.

¿Qué tipo de partidas de obra realizan?

JP: Instalaciones eléctricas y de iluminación —tanto exterior como interior—, carpintería de madera general, fabricación de mobiliario de diseño propio o bajo proyecto de propiedad, albañilería general, carpintería de aluminio, suministro y corte de encimeras, climatización, cristalería al corte, parqué, redes informáticas, rotulación, vinilos y señalética, tabiquería seca, tabiquería seca, instalaciones de agua y saneamientos y servicio de limpieza de final de obra y gestión de residuos. Entregamos el proyecto con un presupuesto cerrado, sin sorpresas, y en el tiempo pactado.

¿Les ha afectado el hecho de que muchas empresas dedicadas a la construcción hayan reconducido su actividad hacia la rehabilitación?

JP: Sí, es cierto que hay una parte de mercado que en vez de construir está rehabilitando y de alguna forma nos afecta. Sin embargo, lo que más apreciamos es la economía paralela, gente desempleada que está trabajando. Contra esto no se puede luchar y hay que buscar soluciones. Para nosotros, lo ideal es optimizar en los rendimientos, en la ejecución de la obra y en los materiales que se ofrecen, ya que hay muchos que pueden igualar o mejorar un producto.

¿Cómo lo consiguen? Porque el precio de coste del producto es el mismo para todos…

JP: La clave es la transformación. Por ejemplo, para crear un baño rústico —con una madera maciza con un lavamanos de superficie, con unos acabados de pizarra en las paredes— puede emplearse una encimera de diseño, que es en realidad un cajón de madera DM revestido de parqué con una capa de PVC, una imitación de madera maciza que ofrece un acabado inundable de alta resistencia.

Pero no será lo mismo… ¿Resistirá el paso de los años? ¿Conservará las propiedades?

Martí Fortuny (MF): Sí, por supuesto. Nosotros procuramos conocer mucho el mercado. A nuestros años de experiencia con los materiales, se suma que cada jueves por la tarde nos reunimos con nuestros proveedores para sondear el mercado. También estamos al día de las tendencias, en ferias, en Internet y en revistas de decoración.

A partir de aquí, coges ideas. Puede lanzarse al mercado, por ejemplo, un producto italiano con un coste de 4.000 euros y, en cambio nosotros, cogemos la chapa de uno con la estructura de otro y lo desarrollamos a una cuarta parte del precio y, además, a medida del cliente.

De ahí la frase “el diseño no es caro”…

MF: Se trata de optimizar. El diseño no está en absoluto reñido con el precio. Hay que transformar productos y obtener un resultado de la misma calidad pero mucho más económico.

¿Sabe el cliente qué quiere?

MF: Normalmente sí. Hay clientes que insisten en cómo quieren la cocina, la marca e, incluso, en algunos casos, al precio que sea. En todos los casos, una vez estudiada la idea del cliente, siempre se le ofrecen soluciones que optimicen el espacio a reformar.

JP: Lo cierto es que con las marcas muchas veces no podemos competir. A veces, el cliente quiere algo concreto y no quiere oír hablar de otras marcas. Si el cliente está abierto a escuchar, se puede llevar una gran solución a precios muy inferiores.

Afirman que el rendimiento de los materiales que sustituyen es idéntico…

JP: El mismo. Hoy en día hay fabricantes que ofrecen los mismos niveles de calidad. La marca se paga. En nuestro caso, tenemos registrada Localium como marca comercial desde 2008 porque en un futuro puede que comercialicemos nuestro producto a proveedores nacionales o europeos.

¿Es un producto que hacen a la carta? ¿Tienen stock?

JP: No tenemos stock y mantenemos una estructura sin costes. Durante dos años hemos estado solos. No nos da miedo pasar de ser 16 a ser dos. Contamos con autónomos dependientes y con varios grupos de trabajo, distribuidos por precios, calidades y por tipos de trabajo.

MF: Sí, hacemos las obras a la carta. Por ejemplo, tenemos un proyecto con un grupo de tres hoteles que actualmente tienen los mostradores de corian. Ellos pedían presupuesto de silestone, pero finalmente las hemos hecho en microcemento, un material mucho más duro, más económico y que precisa de menos mantenimiento.

¿Qué es? ¿Es un material que se emplea normalmente?

MF: Hace años que existe el microcemento, pero aquí, por un tema cultural, no se confía demasiado en los revestimientos fuera de los habituales (gres, mármol...). Se puede aplicar sobre cualquier base, directamente en la baldosa, sin necesidad de demolerla. Es como un estucado veneciano, un revestimiento de calidad de vanguardia, duradero, fuerte y a un precio económico.

¿Resistente?

MF: Por supuesto. Hace seis años lo aplicamos a 500 metros de suelo para una nave donde transitan carretillas y otras máquinas, y sigue igual, e incluso en piscinas. Un material más que testado y eficaz.

Ponga un ejemplo de otro material…

MF: El TPB es un nuevo material. Como curiosidad, es igual que el silestone, sólo que al no ser conocido, no se ofrece al cliente. Nosotros sí lo hacemos, por ejemplo, para encimeras de cocina. El resultado es muy bueno porque es un material que no se raya, y es de alta calidad y más económico.

Un ejemplo de aplicación…

MF: Llevamos a cabo el proyecto en el que aplicamos baldosas de 3 x 1,20 metros en todas las paredes de una tienda. Gracias a este formato, ahorramos la necesidad de tener obreros durante mucho tiempo alicatando y, con cuatro placas, en cuatro días está terminado. A esto nos referimos con optimizar, dar soluciones.

¿Cuánto puede llegar a ahorrar el cliente?

JP: Mucho. Como hemos dicho antes, logramos un producto final de alta calidad sin tener que recurrir a las marcas estándar, con lo que reducimos considerablemente el precio final del producto.

MF: Además, reducimos el timming de entrega, gracias al exhaustivo estudio que realizamos antes del inicio de la obra. De esta manera, optimizamos al máximo los procesos de ejecución de cada una de las partidas de obra a realizar. Con ello conseguimos que el cliente, bien sea un particular o una empresa, ahorre dinero en mano de obra y que, en el caso de una empresa, pueda activar su unidad de negocio con anterioridad.

“No querer que la gente pague más”. Eso suena a justiciero…

JP: La verdad es que luchamos para eliminar la idea del cliente de lo estándar y de lo elitista. De hecho, hacemos un híbrido entre adoptar lo estándar y transformarlo para que parezca elitista, pero evidentemente con calidad final. Y además, que la gente ni pague demasiado ni tenga un producto final estandarizado. Y con diseño. Ecodiseño…

¿Sostenibilidad?

JP: Es importante, sin embargo, hemos acuñado el término Ecodiseño con la ‘E’ de euro. No hemos inventado nada. Compramos lo que hay en el mercado y procuramos que la apariencia final sea vanguardista y de alta calidad.

Y esta filosofía de empresa la iniciaron ya en 2005…

MF: Sí. Desde el primer momento hemos tenido clara la dirección. No queremos atarnos a una infraestructura, nosotros autofinanciamos la empresa. Sin créditos. Esta es parte del éxito también.

Cada obra tiene una unidad productiva, no mezclamos el dinero de las obras. Tenemos bien atadas las condiciones de pago, nunca tenemos sustos.

JP: El secreto es que somos sumamente responsables. Necesitamos conocer el estado de las cuentas de la empresa al minuto, por lo que hemos diseñado un sistema interno de hojas de cálculo que nos permite saber, en todo momento y de una forma muy gráfica y ágil, cuál es el balance individual por reforma y la situación global financiera de la empresa.

¿Cómo se da a conocer Localium?

JP: Sorprendentemente, ha funcionado el boca a boca de forma espectacular. Nos mudamos al local actual hace un año y trabajamos sin estar de cara al público. Finalmente, hemos abierto y, gracias el éxito del boca a boca, hemos tenido que ampliar la plantilla para dar respuesta a todas las solicitudes.

Desde 2005 nos ha llamado mucha gente que nos ha conocido mediante una recomendación por la relación entre el servicio ofrecido y su precio económico.

¿Cuál el es perfil del cliente? ¿El que tiene mucho dinero no encaja en esta filosofía?

JP: Al contrario, el cliente que tiene más dinero es precisamente el que más se preocupa del precio aunque exija marcas. También es el que más compara.

MF: Por otro lado, las clases medias han hecho más reformas, lo hemos apreciado. Y el perfil de cliente ha variado un poco. La gente con dinero vuelve a montar negocios ya que los que tienen locales continúan pagando el IBI y, como deben rentabilizar los costes, pues reinvierten para alquilar o vender.

¿Qué tipo de establecimientos realizan?

JP: De todo tipo. Desde showrooms, como el que hemos llevado a cabo a marcas como North Face, Vans, Naturino, a las oficinas administrativas en Barcelona y Madrid de American Airlines, Air Nostrum, departamento de proyectos de Bauhaus, Cafeterías Charlotte, así como restaurantes, oficinas administrativas y comerciales de distintas empresas, tiendas de moda, stands de ferias comerciales... En realidad, nos atrevemos con todo. Al final cada local comercial debe ser único y eso es lo que nos gusta, dar personalidad a los espacios y hacer que el cliente final (el de nuestro cliente) se encuentre cómodo.

¿Están presentes en toda la obra?

JP: Estamos presentes en la visita de los presupuestos, la negociación comercial, el diseño de la obra, las compras de materiales, la dirección de obra… siempre, en toda la fase. Y siempre, en contacto directo con el cliente.

Destaquen un proyecto, por su complejidad, por especial…

JP: Es difícil destacar uno, pero recuerdo con cariño el proyecto de Style and House, un comercio de artículos para el hogar y de decoración. Fue destacable porque no le realizamos presupuesto al cliente. Le pedimos que nos dijera su coste de explotación y recuperación de la inversión de la obra. Se lo hicimos tal cual, a la carta. Todos los elementos que esa chica emprendedora necesitaba y con el coste de inversión que su negocio podía asumir.

Fue bonito y divertido, optimizamos los recursos, hicimos todo el mobiliario, todo el diseño, absolutamente todo a medida y exclusivo para ella: el mostrador, un techo divertido… Nos estrujamos la cabeza y lo conseguimos: una tienda espectacular de 200 metros cuadrados a un precio realmente increíble.

Debe de ser muy diferente el proyecto de un comercio al de un particular…

JP: Es diferente y también nos entusiasma. Hemos estudiado merchandising para desarrollar con mucho éxito comercios. Cómo guiar al cliente cuando entra en una tienda, escoger los puntos de luminosidad especiales para atraer al posible comprador, apostar por las puertas automáticas para que la gente no tenga ni que abrir la puerta, una barrera en algunos casos… este tipo de detalles clave.

Y establecimientos de restauración...

MF: Sí, por ejemplo, llevamos a cabo en un restaurante de Sant Joan Despí una cocina escaparate con estructura fría de aluminio y colores lisos. También nos encargamos de una franquicia de los restaurantes coctelería Charlotte en Barcelona. Realizamos hasta las mesas, todo un diseño nuestro. En realidad, querían mesas de un conocido diseñador de muebles vintage, pero los hicimos nosotros. Cada mesa costaba 400 euros y, al final, les salió por 120 euros cada una. Soldamos una estructura cuadrada con una pletina plana, la oxidamos con productos específicos, la barnizamos y montamos encima un tablero macizo de madera natural con un tratamiento antirrayadas.

¿Y qué planes tienen para el futuro?

MF: Continuar haciendo lo que más nos gusta: pensar en cómo transformar esos espacios públicos o privados en lugares prácticos donde nuestro cliente se sienta cómodo, donde disfrute de un diseño vanguardista a un precio razonable.

JP: Sí, y separar por fin y de una vez el eterno binomio.

¿?

JP: La palabra caro de la palabra diseño.