El aluminio: innovación, funcionalidad y diseño

Los edificios forman parte de nuestra vida. El nivel de confort, seguridad, temperatura, iluminación y estética que exigimos nos lo dan, con frecuencia, productos hechos de aluminio. La relación resistencia-peso, su durabilidad, resistencia a la corrosión, ductibilidad y maleabilidad, hacen que el aluminio sea una elección natural para ser utilizado en la construcción de edificios y en productos de todo tipo.

A lo largo de su historia, el aluminio ha pasado de considerarse un metal precioso a transformarse, gracias a los avances en la técnica de extrusión, en un metal técnico, funcional y versátil. Todas estas características, junto con su escaso impacto medioambiental, lo convierten en el material del futuro.

Las creaciones actuales están marcadas por su funcionalidad, estética, diseño, innovación, impacto medioambiental y nuevos marcos legislativos cada vez más restrictivos, circunstancias que determinan que los diseñadores industriales tengan que hacer énfasis en la creatividad, el ingenio y la innovación como elementos diferenciadores, y el aluminio es la clave para satisfacer todas estas demandas.

En el sector de la edificación y construcción, tradicionalmente se asocian los perfiles de aluminio con ventanas y puertas. De hecho, el 70% de las ventanas instaladas en España son de aluminio, cada vez más con rotura de puente térmico.

Sin embargo, si miramos a nuestro alrededor, más allá de una ventana, resulta prácticamente imposible no encontrar algún objeto que no sea parcial o totalmente de aluminio: utensilios de cocina, electrodomésticos, elementos de decoración, bisutería, envolturas de alimentos, automóviles, etc.

Grandes diseñadores de mobiliario han utilizado y siguen utilizando el aluminio como materia prima para sus productos. Por muy extraño que nos parezca hoy, el aluminio, en el siglo XIX, antes de ser un metal de uso industrial, fue un metal precioso, material de preferencia para diseñadores y artistas de vanguardia de todo el mundo que han sabido aprovechar su virtuosa versatilidad para extraer belleza. Grandes diseñadores de muebles como Marcel Breuer, George Steedman y Serón Saarinen ya hicieron uso de las ventajas del aluminio en sus creaciones.

Igualmente, el aluminio ilumina nuestras vidas, la versatilidad del aluminio lo ha convertido en la primera opción para muchos diseñadores porque puede dar forma a cualquier idea. En la actualidad, la tecnología LED se apoya en el aluminio por su gran capacidad de disipación de calor. En ese sentido, el aluminio aporta funcionalidad, altas prestaciones térmicas y grandes posibilidades estéticas.

Presente en nuestras vidas

En el día a día, este metal está presente en componentes de ordenadores y equipos electrónicos de todo tipo, en productos cotidianos como escaleras de mano, en estructuras de transporte interno: ascensores, escaleras mecánicas, farolas que alumbran nuestros jardines, en nuestros electrodomésticos…

Los perfiles de aluminio, cuando forman parte de elementos como persianas y contraventanas o marcos para paneles solares, nos ayudan a controlar la luz y el calor. El aluminio nos permite crear productos más sostenibles. Asimismo, sus propiedades le convierten en un material idóneo para las estructuras de invernaderos y verandas, puertas de garaje, cancelas y puertas industriales. Su idoneidad en múltiples aspectos hace que, por ejemplo, la mayoría de las barandillas en España se diseñen pensando en las propiedades de los perfiles de aluminio extruido, o que los fabricantes de mamparas de baño usen en gran medida perfiles de aluminio, ya que les aporta valores como la resistencia a la corrosión, ligereza y la posibilidad de trabajar con un material moldeable, lo cual amplifica las posibilidades estéticas.

Definir qué contribuye a la “calidad de vida” no es fácil, pero sí está claro que evoluciona constantemente y tiene que ver con la necesidad de materiales versátiles y responsables desde el punto de vista medioambiental. El aluminio es de ese tipo de materiales.