Sostenibilidad en la rehabilitación de edificios de viviendas
Con la rehabilitación térmica utilizando aislantes se consigue economizar energía de calefacción y refrigeración, emitiendo menos gases contaminantes a la atmósfera, además de mejorar el confort térmico del interior de la vivienda y evitar patologías como condensaciones y humedades en el interior de los edificios. A continuación, se analiza un edificio en bloque de viviendas con tipologías constructivas que no han tenido en cuenta la sostenibilidad del edificio y qué es lo que ocurre cuando rehabilitamos el edificio. Con la rehabilitación térmica el ahorro potencial es del orden del 50% del consumo actual.
Rehabilitar un edificio es la mejor oportunidad para hacerlo más eficiente y sostenible, ahorrando energía y reduciendo las emisiones de CO2. En España, 24 millones de viviendas están edificadas sin ningún criterio de eficiencia ni sostenibilidad (92% del parque inmobiliario). Un 40% de la energía que se consume en España es debida a los edificios.
Un edificio rehabilitado térmicamente puede llegar a consumir hasta un 90% menos de energía que el mismo sin aislamiento.
Los edificios mal aislados pierden la energía que le proporcionamos en porcentajes diferentes a lo largo de su envolvente:
- Muros: 25 %
- Renovación de aire: 20%
- Tejado: 30%
- Suelo: 7%
- Puentes térmicos: 5%
- Ventanas: 13%
Para conseguir edificios sostenibles necesitamos los tres pasos de la Trías Energética:
- En primer lugar, reducir la demanda de energía evitando pérdidas energéticas e implementando medidas de ahorro energético.
- Utilizar fuentes energéticas sostenibles en vez de combustibles fósiles no renovables
- Producir y utilizar energía fósil de la manera más eficiente posible.
Dentro de las actuaciones para el ahorro energético, el aislamiento es la solución más eficaz ya que permite con un mínimo de inversión rentabilizar el ahorro a lo largo de toda la vida del edificio.
Es previsible además que la energía sufra un incremento en su precio en los próximos años. Aislando el edificio conseguimos reducir el consumo energético del mismo por lo que estos incrementos de precio tendrán una menor repercusión.
Consumo energético en la edificación
Vivimos en una sociedad con un alto consumo energético. La mitad del consumo que se produce en las viviendas es debido a la climatización de la misma (calefacción y refrigeración). Para lograr que los edificios ya construidos sean más sostenibles, el aislamiento térmico es la mejor de las opciones ya que incide directamente en la reducción del consumo de energía en climatización que es la zona por donde el edificio pierde más energía.
Con la incorporación del aislamiento térmico en la rehabilitación se logra economizar energía de calefacción y refrigeración, reduciéndose las pérdidas o ganancias térmicas a través de la envolvente del edificio; se mejora el confort térmico del interior de la vivienda, evitando la sensación de pared fría, y se evita condensaciones y humedades en el interior del edificio.
Ejemplo práctico de una rehabilitación
Se puede comprobar de forma sencilla los ahorros energéticos que podemos obtener a través del siguiente ejemplo: edificio plurifamiliar con una altura de 4 plantas situado entre medianeras con dos fachadas con orientación norte y sur. Cada planta tiene dos viviendas de 100 metros cuadrados cada una (zonas comunes incluidas), con 8 vecinos en total. Las dimensiones del edificio son:
Las soluciones constructivas de partida del edificio son las siguientes:
Se ha considerado que la energía de calefacción está proporcionada mediante gas natural y la de refrigeración con electricidad, con los precios actuales de energía. Los cálculos de la demanda energética anual se han realizado mediante el método mensual definido en la prEN 13790 ‘Calculation of energy use for space heating and cooling’.
La rehabilitación que se plantea es una rehabilitación energética, intentando que el edificio sea lo más sostenible posible, para ello, las soluciones aportadas en el ejemplo no van a ser solo soluciones térmicas que servirán para que el edificio ahorre energía sino también soluciones que aportan aislamiento acústico, protección pasiva contra incendios… Las soluciones adoptadas serán las siguientes.
Fachada
Sobre el medio pie de ladrillo con enlucido de 1,5 centímetros se realiza un sistema de fachada ventilada con panel de alta densidad de cemento, cámara de aire de 3 cm. Y aislamiento termo-acústico de lana mineral de 8 centímetros de espesor. Además de para realizar un cambio estético e incrementar el aislamiento térmico y acústico, la rehabilitación de la fachada se aprovecha para introducir las instalaciones que quedaban en el exterior de la fachada por el interior de la fachada ventilada.
Coste de la rehabilitación:
- Coste de la rehabilitación: 78.520 euros
- Coste de introducir el aislamiento en la rehabilitación: 8.398 euros
- Coste total de la rehabilitación: 86.918 euros
Cubierta
Por el interior del forjado de la cubierta, se realiza un falso techo con incorporación de lana mineral de 10 centímetros de espesor en su interior; esta lana mineral, proporcionará un incremento del aislamiento térmico en el elemento constructivo incorporado, pero aportará también un incremento del aislamiento acústico, necesario en muchas zonas para conseguir el confort interior en las viviendas.
Coste de la rehabilitación:
- Coste de la rehabilitación: 7.296 euros
- Coste de introducir el aislamiento en la rehabilitación: 2.224 euros
- Coste total de la rehabilitación: 9.520 euros
Suelo en contacto con el terreno
Se realiza un aislamiento en el suelo en contacto con el terreno con un aislamiento de 5 centímetros de lana mineral sobre la que se coloca un solado nuevo cambiando el terrazo original por un parquet multicapa de 2 tablillas.
Coste de la rehabilitación:
- Coste de la rehabilitación: 11.896 euros
- Coste de introducir el aislamiento en la rehabilitación: 2.994 euros
- Coste total de la rehabilitación: 14.890 euros
Amortización de la inversión
La rehabilitación que influye en el consumo energético del edificio tiene actualmente una serie de subvenciones a nivel estatal y autonómico que pueden ayudar a que el coste total de la rehabilitación sea menor.
Además, incorporando aislamiento térmico a la edificación conseguimos amortizar la inversión realizada en la rehabilitación, siendo la única forma de conseguir retornos, ya que si en una rehabilitación no se incorpora el aislamiento térmico, esta jamás será amortizada. La amortización del sobrecoste que supone colocar el aislamiento térmico en la rehabilitación será el siguiente:
Una vez amortizado el sobrecoste del aislamiento, el edificio seguirá ahorrando energía durante el resto de su vida útil, que se suele considerar de 50 años, por tanto seguiremos rentabilizando la inversión que ha supuesto la incorporación del aislante térmico a la envolvente del edificio. Tomando valores de coste de la energía muy conservadores (considerando que esta no va a subir, lo que seguro no es cierto ya que el coste de la energía cada vez es mayor), a lo largo de toda la vida útil del edificio una vez amortizado el aislamiento, se conseguirían los siguientes ahorros económicos:
Conclusiones
Podemos observar que incorporando aislamiento térmico a la envolvente del edifico, las emisiones de CO2 del edificio se reducen a prácticamente la mitad, por lo que mejoramos el medio ambiente realizando un edificio más sostenible.
Con la rehabilitación se llegan a ahorros económicos importantes debidos al ahorro de climatización que supone rehabilitar la envolvente. Utilizando lanas minerales en rehabilitación, conseguimos además de un incremento de aislamiento térmico y por tanto de eficiencia energética, las siguientes ventajas:
- Aislamiento acústico. La incorporación de la lana mineral a la fachada y la cubierta conseguimos incrementar el aislamiento acústico de las mismas; esto permite una mejora en la salud de los que viven en el edificio ya que el exceso de ruido produce enfermedades como el estrés, alteraciones del ritmo cardíaco, falta de concentración, asma…
- Protección pasiva frente a incendios. El uso de materiales no combustibles como las lanas minerales garantiza una adecuada protección pasiva contra incendios con la tranquilidad de que estos materiales no contribuyen a la propagación de cualquier fuego que se pueda declarar en la vivienda.
Por todos estos elementos, rehabilitar aislando con lanas minerales es la mejor solución para:
- Conseguir un ahorro en las emisiones de CO2
- Ahorro económico en la factura eléctrica o de gas natural
- Confort térmico en el interior de la vivienda
- Confort acústico en el interior de la vivienda