El sector del cemento catalán reclama más obra pública para su competitividad
1 de diciembre de 2014
La industria del cemento en Cataluña defiende la construcción de infraestructuras como fórmula para superar la caída del mercado y revitalizar la economía nacional. Así lo expresó la asociación Ciment Català —que agrupa las 4 empresas fabricantes catalanas— en una rueda de prensa celebrada el pasado 27 de noviembre en Barcelona.
Catalunya acumula el 16% de la población española y representa el 19% de su PIB. Sin embargo, el consumo de cemento es tan sólo el 12% del total español. Con datos como estos, el Consejo Directivo de Ciment Català quiso poner de relieve en la rueda de prensa la situación crítica que vive el sector, que califican de “insostenible para nuestra industria pero también para el conjunto del país”, explicó el presidente de la entidad, Àngel Cercós.
Los directivos de las 4 empresas fabricantes en Cataluña expresaron en el encuentro que “ni las exportaciones son suficientes para paliar las pérdidas”, fruto de la caída del mercado doméstico. En 7 años, Cataluña ha pasado de consumir casi 8 millones de toneladas de cemento a sólo 1,3, lo que supone una caída del 83%. Actualmente, 2/3 de la producción se destina a la exportación, “el único modo que tienen las empresas —aunque de manera limitada— de sobrevivir”.
Según lo expuesto por Ciment Català, dos son los grandes frentes de dificultad que atraviesa el sector. Por un lado, la reducción del mercado doméstico, que presenta unas magnitudes parecidas a las de hace 50 años. Por otra, la aparición de diversos factores que reducen la competitividad del sector, lo que perjudica tanto la cuenta de resultados como la capacidad exportadora. Entre estos factores destacan especialmente el encarecimiento del precio de la energía eléctrica, la poca disponibilidad de combustibles alternativos procedentes de residuos o la intruducción de nuevas tasas e impuestos.
“La solución a esta doble problemática pasa por la recuperación de la obra pública”, aseguran desde la entidad. Cercós puso un ejemplo: “La construcción del Corredor Ferroviario Mediterráneo es una obra imprescindible, no sólo para el sector del cemento sino también para el conjunto de la economía del país. Además, su financiación procede de Europa. No entendemos por qué cuesta tanto ponerla en marcha”. Por su parte, Isidoro Miranda, vocal del Consejo Directivo y presidente de Oficement, rebló la afirmación: “Necesitamos infraestructuras para garantizar una oferta de calidad a los clientes de la principal industria nacional, el turismo”. La reactivación de la obra pública permitiría, según la asociación, alcanzar lo que se considera un volumen de mercado natural en Cataluña, sobre los 3,5 millones de tonedadas anuales, pero el Consejo Directivo de Ciment Català prevé que la recuperación, a este nivel, no llegue hasta el año 2020.