Grupo Lledó restaura e ilumina el submarino de Isaac Peral
8 de noviembre de 2013
El submarino de Isaac Peral dijo adiós a su exposición al aire libre y ya tiene su nueva 'casa' en el Museo Naval. El deterioro que el submarino sufría por la climatología (sol, viento o lluvia), la humedad de la fuente sobre la que estaba anclado, el salitre del mar, así como el envejecimiento propio de una pieza de 1888, hacen imprescindible su restauración inmediata. Además, para garantizar su conservación futura con los mejores parámetros técnicos y económicos posibles el Ayuntamiento y el Museo Naval han llegado a un principio de acuerdo de cara a su instalación permanente en las atarazanas que separan el antiguo CIM y el Arsenal. Han sido necesarios años de perseverancia de los impulsores del Proyecto para la Restauración del Torpedero Submarino de Isaac Peral para que la nave, por fin, llegase al Museo Naval.
A la hora de acondicionar la sala donde se exhibe el ingenio de Peral, era necesaria una coherencia entre los materiales empleados y la tecnología para crear una atmósfera donde cada elemento estuviera perfectamente integrado. Lledó resolvió la iluminación de manera que exista un equilibrio entre la luz, el objeto y el observador, para que el proceso visual funcione correctamente. Para ello la luz es elegida, medida y dirigida, con el fin de conseguir un efecto determinado.
Para crear sensaciones diversas en el espectador, se han instalado proyectores Aphrodite de Zumtobel con efectos especiales de iluminación LED. Para simular el fondo del mar, las proyecciones de luz de Aphrodite generan al azar motivos luminosos dinámicos (fluidos) en color azul. En el resto del museo, las altas prestaciones de los proyectores View Led RMBO de Lledó pone en escena cualquier elemento independientemente de su volumen. Gracias al componente óptico RMBO (Radial MultiBeam Optic) pantentado por Grupo Lledó se pueden obtener distintos grados de apertura de luz de una forma progresiva, con lo cual la iluminación se adapta a la geometría de las necesidades del Museo Naval. Como indica el diseñador del emplazamiento, “la plataforma donde descansa el artefacto, la nave donde se aloja y el propio submarino participan de una misma escenografía".
