El presidente de Fedcam pide a los senadores que no recorten en la nueva Ley de Morosidad

José Miguel Gil, presidente de Fedcam, Federación Empresarial que engloba a fabricantes de productos derivados del cemento y a almacenistas de materiales de construcción, ha mantenido reuniones con senadores del PP, PSOE CIU y PNV el pasado martes 25 de mayo. Gil les manifestó su preocupación por el posible resultado en la votación, que se celebró el pasado día 9 de junio en el Senado, sobre la nueva Ley de Morosidad. También se mostró en desacuerdo con las enmiendas planteadas por el Grupo del Partido Socialista, en las que se pide que se mantenga la posibilidad de realizar “acuerdos entre las partes” siempre que los implicados sean grandes empresas. La nueva Ley de Morosidad, que fija un plazo máximo de 60 días para los pagos de las empresas a sus proveedores y de 30 días en el caso de las Administraciones Públicas, fue aprobada en el Congreso de manera que el “acuerdo entre las partes” fue suprimido. Éste fue el caballo de batalla de las pymes, ya que esa cláusula obligaba a las pequeñas empresas a acatar los tiempos de pago de las grandes empresas.

Ante la enmienda propuesta por el Grupo del Partido Socialista, Gil se ha reunido con la mayoría de los ponentes de la votación para explicarles la situación del sector y la enorme necesidad de que se apruebe la Ley en la misma dirección que se acordó en el Congreso el pasado 23 de marzo. De esta manera se reducirían de forma real los tiempos de pago y se paliaría parcialmente el estrangulamiento financiero que sufren las pymes. Para Fedcam, esta votación es clave para el futuro de las empresas que lo forman. José Miguel Gil ha declarado que: “Es muy importante no dejar ninguna puerta abierta al incumplimiento de la nueva Ley de Morosidad, ya que esto haría que el nuevo texto fuera completamente inútil”. También destacó que: “Si se aprueba la enmienda de acuerdo entre las partes para las grandes empresas se estaría haciendo una modificación que favorecería al 1% de las empresas, las grandes, en detrimento del 99% de las empresas, que son pymes”.