Prado avanza en el sector logístico con dos proyectos catalanes
13 de febrero de 2009
Ahora más que nunca el sector de la logística busca precios competitivos, tiempos cortos y procesos optimizados. Por ello, a la hora de construir nuevas infraestructuras, las empresas de este sector acuden a proveedores que, además de experiencia, tengan flexibilidad, agilidad y capacidad de adaptación al ritmo del mercado. Es el caso de Prado, que cuenta con un departamento técnico experto y capaz de trabajar codo con codo con las mejores ingenierías y estudios de arquitectura del país, adaptándose a sus requerimientos específicos y aportando soluciones constructivas, tanto en naves de perfil armado de sección variable, un terreno en el que la compañía es ya la mejor opción, como en perfil convencional comercial, ofreciendo excelentes resultados en ambos tipos de naves.
Dos buenos ejemplos de esta capacidad de Prado para optimizar al máximo, tanto en costes como en cálculo de estructuras, son dos de los últimos proyectos llevados cabo por la compañía en Cataluña, uno en la Cim el Camp de Tarragona y otro en el polígono de Vilagrassa, en Lleida, realizados en perfil armado y perfil normalizado respectivamente. Ambas obras se han realizado con la constructora catalana Acsa, perteneciente al grupo Sorigué, y en colaboración con dos conocidas ingenierías: la barcelonesa Integral, en el caso de la nave de Tarragona y en el de Lleida, con la consultoría Ibber, del grupo Aurela, con sede en Pontevedra.
Según ha manifestado el delegado de Prado para Cataluña: “En el sector de las plataformas logísticas Prado está fuertemente implantado. Como ejemplos recientes podemos citar estas dos naves, ambas en Cataluña, pero hay otras obras en cartera y seguimos negociando una importante cantidad de metros cuadrados para usos logísticos”.
Nave de la Cim El Camp: flexibilidad y nuevas soluciones
Este proyecto, ganado por concurso, se ha llevado a cabo para Cimalsa, empresa pública de la Generalitat de Catalunya y encargada de promover y gestionar centrales e infraestructuras para el trasporte de mercancías y la logística. Estos espacios están específicamente diseñados para usos logísticos por lo que se encuentran dotados de los más avanzados servicios e instalaciones y están estratégicamente ubicados, con accesos directos a grandes vías de comunicaciones. Uno de ellos es la Cim (Central Integrada de Mercancías) el Camp de Tarragona, que será el segundo centro logístico más grande de Cataluña, detrás de la Zal del Port de Barcelona, y donde Prado ha construido una plataforma logística de distribución, consistente en una nave de 10.000 metros cuadrados, en una parcela de 19.500, que estará disponible para módulos de entre 1.000 y 1.500 metros cuadrados. La plataforma está especialmente diseñada para acoger empresas de transporte ya que dispone de muelles de carga y descarga a ambos lados de la edificación. La nave, que se ha levantado en tan sólo 4 meses, se encuentra en su fase final de remate.
Se trata de una nave de perfil armado fabricada en Munguía con su sistema tradicional de pórticos armados en doble T de sección variable, donde Prado aportó toda su experiencia, mostrando una perfecta integración entre los procesos de ingeniería, producción y montaje.
Según explicó el técnico responsable del proyecto: “El esfuerzo realizado en este proyecto fue en dos direcciones; por un lado, nos adaptamos totalmente a las soluciones constructivas que la ingeniería incluyó en su proyecto y por otro demostramos que hay otra forma de resolver pequeños detalles que hacen más sencilla la ejecución de la nave”.
Un ejemplo de lo primero son los arriostramientos en los laterales de la nave, ya que en esta ocasión hubo que adoptar la solución del proyecto y reforzar los pilares de los pórticos principales tal y como venía en el mismo, pues su objetivo era minimizar el impacto visual. En cuanto a lo segundo, en el proyecto se proponía coger el panel de cerramiento lateral con un tubo rectangular perimetral, y hubo que demostrarle a la ingeniería que con un remate de alero era suficiente y mucho más sencillo de montar.
Modelo LF para la nave de Tarragona
Respecto a las características técnicas de la nave, ésta es del modelo ‘LF’ de Prado a dos aguas sin pilares intermedios, con vuelo de cubierta por ambos laterales, de 2,46 metros de vuelo. Tiene 50,58 metros de anchura, una longitud de 197,9, una altura al alero de 9 metros de altura y una superficie total de cubierta de 10.986 metros cuadrados. La nave dispone también de una entreplanta para usos diversos, formada por pilares y vigas principales de manera que permita formar un forjado de obra civil para una carga total de 500 kilos por metro cuadrado formando cuadrículas de 9,31 x 5,55 metros, con una superficie aproximada en planta de 51 metros cuadrados. Los cerramientos, tanto de cubierta como laterales son los característicos de Prado, de tipo panel prefabricado con núcleo de poliuretano los de cubierta, y de tipo panel sándwich los laterales, colocados a partir de un muro de obra civil de 3,15 metros. La edificación incluye asimismo los remates necesarios, así como 44 ventiladores estáticos, con malla antipájaros.
Máximo ahorro de materiales y mínimo tiempo de montaje
Después de la buena experiencia anterior, Prado demostró que podía llegar aún más lejos en la optimización de un proyecto propuesto inicialmente. En esta ocasión lo hizo a partir de perfil estructural de acero laminado en caliente, fabricado en su nueva planta de Ponferrada (León). Aquí la empresa aportó su experiencia en cálculos estructurales, consiguiendo optimizar tanto los componentes como la materia prima utilizada y abaratando sustancialmente la oferta a la constructora. Gracias a esta labor, y después de largas y complicadas negociaciones, la empresa consiguió el proyecto de esta nave para usos logísticos, de 7.000 metros cuadrados, que además se ha levantado en un tiempo record de 2 meses.
La nave se ha construido para Sió Logística, una empresa leridana del sector de la logística de productos perecederos, y está situada en el término municipal de Vilagrassa, a 35 kilómetros del centro de Lleida, en una zona dedicada al desarrollo de actividades industriales, logísticas y terciarias.
El encargado de este proyecto en Prado Ponferrada ha explicado cómo se llevó a cabo la optimización de los perfiles para reducir al mínimo el peso de la estructura: “En colaboración con la ingeniería Ibber se recalculó totalmente el proyecto, obteniéndose una reducción de material de hasta un 30 por ciento con respecto al inicial”.
Por otro lado, el diseño de esta nave estaba condicionado por su uso, ya que al albergar productos perecederos toda ella debía ser una gran cámara frigorífica, por lo que requirió de algunas soluciones singulares. Como el mismo técnico precisó: “La mayor complejidad en el diseño de la estructura vino dada por la necesaria alineación de los pilares a cara interior, en lugar de a cara exterior que es como normalmente se hace, debido a las necesidades de frío de la nave. Por lo mismo, y para evitar que el frío llegara a afectar los cimientos, el suelo de la nave debía estar levantado entre 500 y 600 milímetros con respecto a la cota de solera”
Además de esto, los pilares son de 12 -15 metros de altura, lo que para el sistema de atornillado con el que va montada toda la nave, requería que las cimentaciones estuvieran hechas de forma milimétrica. Igualmente milimétrica ha sido la coordinación de la fabricación por zonas montables, ordenando la estructura de tal manera que a medida que llegaba a la obra se pudiera montar inmediatamente, lo que ha permitido realizar el cerramiento de las naves en solo dos meses de trabajo, que estará definitivamente concluido a mediados de febrero.
Características técnicas de la nave para Sió Logística
En cuanto a las características técnicas de esta nave, se trata de una estructura convencional a dos aguas. Tiene una anchura de 75,45 + 41,15 metros, una longitud de 114 metros y una altura al alero de 14,25 y 7 metros, con una superficie de cubierta total de 7.192 metros cuadrados. Consta de nave principal, zona de recepción y zona de oficinas y locales técnicos. Para los locales técnicos, que cuentan con una entreplanta y la cubierta, se diseñaron unas bancadas específicas para la maquinaria de frío que se va a instalar. También para la nave principal se diseñaron unas bancadas para soportar unos vaporizadores que irán colocados en el cordón inferior de las celosías de cubierta. Por último, para poder respetar las dimensiones y posición de las puertas industriales de recepción de mercancías mediante camiones en la zona de muelle de carga, se diseñó una viga cargadero para recibir las celosías de cubierta. En cuanto a los cerramientos, tanto los de cubierta como los laterales, así como los remates necesarios son los habituales de Prado para este tipo de construcciones.