Architectural upcycling, cómo dar una nueva vida a los edificios con techos Armstrong
En 2018, un estudio realizado por parte del Grupo intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático aseguró que en 12 años la catástrofe ecológica será irremediable. Con este alarmante anuncio el campo arquitectónico se plantea qué más se puede hacer, más allá de premiar la sostenibilidad con certificados LEED Y BREEAM.
Las 3 R -Reciclar, Reducir, Reutilizar- han impulsado casi todas las soluciones sostenibles creadas en los últimos 25 años. El objetivo es otorgar una nueva vida para aquello que utilizamos todos los días después de que hayan cumplido su propósito. Es por ello que en la actualidad, la reutilización, está cobrando muchísimo protagonismo y llegando a unos niveles realmente sorprendentes.
Despachos arquitectónicos como el danés Lendager Architects entendieron que la raíz del cambio reside en la Green Architecture. Ésta no sólo busca la máxima rentabilidad energética, sino que además tiene en cuenta todos los pasos y los actores de la construcción; desde el transporte a los materiales. La base de esta arquitectura verde es el upcycling, término inglés que, traducido, sería lo que denominaríamos como supra-reciclaje.
Así pues, esta nueva corriente arquitectónica se centra en el reaprovechamiento y mejora de los materiales, alargando su ciclo de vida útil y reduciendo el consumo energético innecesario, empleando los materiales adecuados. Un buen ejemplo son los techos de fibra mineral Armstrong. La masa térmica de la estructura de los edificios absorbe las ganancias térmicas diurnas y es durante la noche cuando el calor almacenado en la masa térmica del edificio es devuelto a las estancias. Para que se produzca la transferencia térmica es necesario que exista un contacto entre el aire de la habitación y la masa térmica del edificio. En estos casos, los techos Armstrong a modo de isla son ideales ya que además de un delicado diseño, ayudan a mantener el confort visual y acústico del conjunto.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la reflectancia luminosa. Alrededor del 40% de las emisiones de CO2 provienen de la energía utilizada en los edificios.
Alrededor del 40 % de las emisiones de CO2 provienen de la energía utilizada en los edificios.
Los sistemas de techo son clave en el ahorro de energía, en este sentido ya que un techo bien diseñado con una alta reflectancia mejora la iluminación del espacio, reduciendo el gasto de luz eléctrica, así como los costes de mantenimiento y cuenta con una menor carga de enfriamiento. Ejemplo de ello son los techos Perla de Armstrong, especialmente diseñados para ofrecer una alta reflexión de luz, que supera el 85%, aprovechando al máximo la luz natural que entra por las ventanas. De esta forma se reduce notablemente el consumo de electricidad. Además, están fabricados con un alto contenido reciclado.
Armstrong para un futuro más verde
Para que el proceso de construcción de un edificio sea lo más comprometido posible con el medio ambiente, éste debe tener en cuenta dos factores: la reducción en las emisiones de carbono, así como el proceso de construcción de éste. Y, para que el proceso sea completamente verde, el mercado de la construcción debe estar acorde con este nuevo futuro más sostenible. Armstrong ha demostrado su compromiso a través de su gama de productos y proyectos, ambos destinados al ahorro energético y al menor impacto posible sobre el planeta Tierra.
Los productos ULTIMA+ OP y dB, así como Perla OP y dB, son el ejemplo perfecto de este compromiso con el medio ambiente y la reducción de la contaminación acústica. Certificados con el Cradle to Cradle Silver, los techos acústicos entran dentro de la economía circular que, hoy en día, demuestra el compromiso de la marca con el medio ambiente. Ésta certificación es otra vía transformadora para diseñar y fabricar productos con un impacto positivo en el planeta, y es un compromiso por parte de la empresa para asegurar que el material, una vez se convierta en residuo, pueda tener un nuevo ciclo de vida.
La marca Armstrong, además, fiel a su política y compromiso con el medio ambiente, prevé para el 2020 ofrecer más productos reciclados, sistemas aún más eficientes, que reduzcan el consumo energético del edificio, y, finalmente, seguir planteándose cómo introducir la sostenibilidad en la mayor cantidad de ámbitos de la arquitectura.
