El Campeonato Nacional de Arada, con más de 270.000 personas en el campo, es uno de los grandes acontecimientos anuales en el país
Irlanda, un ejemplo a seguir en el sector agropecuario
La celebración de la la 87ª edición del Campeonato Nacional de Arada, y la feria en campo que se desarrolla en paralelo, es el mejor escaparate de la República de Irlanda para demostrar su potencial en el sector agropecuario. Un ejemplo a seguir en organización y confianza plena en sus agricultores y ganaderos, a través de Enterprise Ireland, agencia del gobierno irlandés que apoya el crecimiento de estos proyectos.
Un poco de historia
No hay datos fiables sobre el origen exacto de las competiciones locales de arada, pero los registros hablan de un ‘partido’ en Camolin Park, Wexford, el 20 de octubre de 1816. Desde ese año y hasta 1930, fueron desarrollándose entre municipios vecinos. En 1931, la República de Irlanda sufrió el impacto de la Guerra de la independencia y sufrió una gran depresión económica. Pero, ¿qué mejor antídoto que un debate sobre las habilidades de los hombres que trabajan el campo?
Precisamente ese año llega el primer concurso de arada inter-condados, como resultado de una discusión entre dos amigos de toda la vida: Denis Allen, de Gorey, condado de Wexford, y J.J. Bergin, de Athy, condado de Kildare. Cada uno alegaba que su territorio tenía los mejores aradores y de ahí el desafío. Así pues, un lunes 16 de febrero arrancó el primer Campeonato Nacional de Arada en tierras de Athy.
Anna May McHugh, presidenta de la NPA y conocida como "La reina del arado", es toda una institución en el país.
Puede interesar que el ganador de tal evento fue el condado de Wexford, pero este hecho, en lugar de confrontar, les unió y provocó la formación de un comité de condados participantes que establecieron las normas y reglamentos para su paso a escala nacional. De ahí también nació una idea importante de reforma en los arados para realizar una mejor labor en las granjas.
Desde entonces, el Nacional de Arada ha ido creciendo año tras año hasta convertirse en un imperio que ha jugado un papel esencial en la promoción y realce de la agricultura irlandesa durante el siglo XX.
La Asociación Nacional de Aradores (National Ploughing Association, NPA), tiene una historia de 'solo' 81 años. Pero en este tiempo una gran cantidad de desarrollo, mecanización y tecnología han cambiado la cara de la sociedad. La finalidad con la que se creó fue la de “llevar el mensaje de la buena arada a todas las partes del país y proporcionar un lugar agradable y amistoso para encontrarse y hacer negocio”. Y desde que cobró vida esta finalidad, no cabe duda que se ha cumplido. No sólo en su país, sino que ha sido germen para que otros países siguiesen su ejemplo.
Además, ha sido uno de los países impulsores del Campeonato Mundial de Arada, que nació en 1953 en Canadá, con tan solo cinco países participantes. Desde entonces, ha seguido celebrándose ininterrumpidamente consiguiendo que más países se sumaran a esta disciplina de la arada hasta llegar a los 33 actuales. Actualmente, quienes ostentan el título de campeones mundiales en ambas modalidades, que consiguieron en Alemania los pasados 1 y 2 de septiembre, son irlandeses, lo que constata su potencial.
Las cifras del National Ploughing Championship
La República de Irlanda tiene 4,5 millones de habitantes, 1,34 millones de vacas lecheras (el 5% de la UE) y produce el 4% de la leche de toda la UE en unas 18.000 vaquerías.
La feria y el campeonato de arada son itinerantes a lo largo y ancho de su territorio. Cada año se celebran en un condado diferente para acercarse lo más posible a toda la gente del medio rural, y es el resultado del trabajo de muchos años, los últimos 45 de la mano de la presidenta de la NPA, Anna May McHugh, con una evolución incesante y unas cifras llamativas:
- 1.700 expositores.
- 290.000 visitantes.
- Más de 300 competidores.
- Genera un impacto económico de más de 35 millones de euros.
- 80 hectáreas dedicadas a la competición de arada.
- 10 hectáreas para demostraciones.
- 45 hectáreas de recinto ferial.
- 160 hectáreas de parking.
El desarrollo
Este año fue atípico en el desarrollo de la prueba, ya que fue el primero de su historia que se aplazó después de haber empezado y haber tenido un primer día bastante bueno. Ello ha sido debido a la presencia del tornado 'Ali', cuyos coletazos causaron grandes destrozos en la feria y hubo que posponer un día para arreglar los daños y garantizar la seguridad de los asistentes.
La competición se prolonga durante tres días, en los que a la vez que se puede visitar la feria se desarrollan todo tipo de actividades durante toda la jornada. La feria es muy dinámica, un gran escaparate del agro irlandés en el que se puede ver su ADN, basado principalmente en el forraje, las praderas y el ganado vacuno de leche. Además de ver cómo es el trato directo del vendedor con el agricultor, asesorándole bien y cerrando ventas allí mismo.
Lo que sorprende mucho, por lo menos viajando desde España, es la cantidad de gente joven interesada en la muestra. De hecho, hay varios stands de Universidades mostrando sus proyectos e intentando incentivar a los estudiantes a seguir allí con su formación, muy bien preparados para entretener a los niños mientras les explican lo que es el campo y el medio rural, y los avances de la Ciencia.
El calibre de este evento suscita el interés de profesionales de todo el mundo. De España acudieron representantes de empresas del sector agrícola, como Durán Maquinaria o AG Group y los importadores para nuestro mercado de Moocall (marca irlandesa especialista en ganadería), Moffet o Machemac.
Espacio para la innovación
La feria reserva también un espacio para la innovación y la tecnología, con su posterior aplicación práctica en el día a día de una explotación agrícola, mostrándola al público en un pabellón habilitado (Innovation Arena) donde se presentaron las novedades premiadas. Algunos de los finalistas y premiados fueron:
- Agri-Spread: abonadoras provistas de un software para la aplicación de fertilizantes al campo a través de un mapa de rendimiento para aplicar la dosis necesaria a cada zona de la finca, además de corte de tramos.
- Fresh Graze: un vallado móvil automatizado creado por una empresa familiar para un mejor aprovechamiento del pasto cuando el ganado come en el campo.
- Machine-Eye: dispositivo creado por universitarios que se trata de unas cámaras colocadas dentro de los faros de trabajo del tractor y programado con él, encargado de vigilar al operario cuando el tractor está trabajando con máquinas estáticas, el operario está abajo y al acercarse se para el apero para evitar accidentes innecesarios.
- Grasstec Group: dispositivo antivuelco para Quad y vehículos ATV para evitar el atrapamiento del conductor en caso de vuelco.
- Acidose: dispositivo innovador que regula el PH del agua en los establos (o cualquier tipo de granja animal) para reducir el uso de los antibióticos e intentar conseguir un beneficio en la salud del consumidor.
- Agrocycle Marketpalce: proyecto de la Universidad de Dublín (UCD). Programa de reciclaje y reutilización de residuos agroalimentarios para reemplazar plásticos por material biodegradable.
- Herd Insights: dron programado para vigilar ganado en campo, sea cual sea su extensión.
- Pro Revive: unidad de resucitación para ayudar a la reanimación de aquellos animales animales que nacieron con latidos pero sin respiración.
Además, hay puestos de artesanía y productos típicos alimentarios del país, concursos de razas ganaderas y carpas con animales expuestos de todas las asociaciones del país, tanto de vacuno como de ovino, concurso de perros de carea, de esquila, muestras de ordeñadoras, y hasta pases de moda, entre muchas cosas más.
También se organizan actividades en campo y, aunque se hacen demostraciones de maquinaria nueva alrededor del recinto ferial, lo más destacado es el desarrollo de las pruebas de arada. En ellas se engloban varias categorías, en las que podemos disfrutar desde lo más antiguo a lo más actual, conviviendo en perfecta armonía las caballerías perfectamente amaestradas, adornadas y preparadas haciendo una gran exhibición de arada a cargo de sus dueños, pasando por tractores antiguos (en los que hay varias categorías para la competición), además de todo tipo de maquinaria antigua, y llegando al compendio de tractoristas que luchan por clasificarse para ir al Campeonato del Mundo.
Esta vez han resultado ganadores de nuevo los mismos del año pasado, que hicieron un grandísimo papel en el mundial. Son Eamon Tracey y John Whelan, que volverán a representar a su país en el próximo Mundial que se celebrará en Estados Unidos en 2019.
España, de más a menos en esta competición
España forma parte de la Organización Mundial de Arada desde el año 1971, año en el que también empezó a celebrarse el Campeonato Nacional de Arada. Se celebraban con participantes de todas las provincias españolas a través de las diferentes Cámaras Agrarias Provinciales o Hermandades de Agricultores, y se seleccionaba al mejor de cada una en un concurso provincial para acudir después al campeonato nacional. De esa manera se intentaba enseñar a la gente a manejar la maquinaria nueva e incentivarles a hacerlo correctamente y de una manera profesional.
En aquellos tiempos, el medio rural español venía de una economía de subsistencia, muy por detrás de otros países europeos, y empezaba a mecanizarse el campo ya de una manera importante. El Gobierno central encontró en este tipo de concursos una manera de intentar llegar a todos los agricultores —y también a los que vendrían en el futuro y estaban en las escuelas de capataces—, y enseñarles a manejar la maquinaria y cambiar la mentalidad en cuanto al trabajo en el campo. Apoyado por las marcas de maquinaria, el Campeonato tomó en poco tiempo una importancia grande en nuestro sector.
De ahí que los agricultores se lo tomasen en serio y, después de llevar tan sólo tres años participando, en la 21ª edición del Campeonato Mundial de Arada celebrado en Finlandia en 1974, Alberto Martínez, de Nepas (Soria), fue campeón en la modalidad de Pradera. Pero al no obtener un buen resultado en la categoría de Rastrojo, en la general ocupó un puesto más retrasado. Entonces, al igual que se venía haciendo estos últimos años, acudían dos participantes españoles, pero ambos con arado fijo. El reversible empezó a incluirse en el Mundial a partir de 1992. Y siempre se hacen dos pruebas oficiales, una en rastrojo y otra en pradera.
Pero ahí no queda la cosa. Tres años después, en Holanda, José Santos Fierro, agricultor de Mozóndiga (León), logró hacerse con el segundo puesto en la modalidad de Rastrojo, pero en Pradera tuvo menos suerte y en la general quedó más atrás.
Tenemos que hacer otra mención no menos importante aunque no tuviese medalla alguna. En Zimbabwe, en 1983, es decir, llevando España tan sólo 12 años participando en campeonatos mundiales, nuestros dos representantes, Amando Rodríguez, de Mansilla de las Mulas (León), y Cándido Sánchez, de Magazos (Ávila), consiguieron lograr algo inédito hasta entonces en nuestro país, que fue quedar 4º y 5º en la general, respectivamente. En 1986 se celebró en Francia el primer Campeonato Europeo de Reversible. Juan Buch, de Llorá (Girona), y Amando Rodriguez, de Mansilla de las Mulas (León), consiguieron alzarse con el primer y tercer puestos, respectivamente.
En 1992 se celebró el Mundial en Albacete
La única vez que España fue sede de un Mundial de Arada fue en 1992. Y precisamente fue el primero en el que se introdujo la modalidad de Reversible a la disciplina de la arada y actualmente va un representante de cada país para cada modalidad. Años después, en la 59ª edición, celebrada en Croacia, Lluis Buch, de Llorá (Girona), se clasificó en tercera posición.
Todo esto no hubiera sido posible sin Ángel Millán, conocido cariñosamente por los aradores como “el maestro”, entrenador del equipo español de arada durante más de 40 años y una persona que ha sido el nexo de unión de todos estos acontecimientos.
Dos años sin presencia española
El último Mundial con representación española fue el celebrado en Reino Unido en 2016. Los profesionales que se ganaron la clasificación y tuvieron la oportunidad y el honor de representar a España en un evento de esta magnitud, cuestionan que no se organizara la participación en la última edición, celebrada los pasados 1 y 2 de septiembre en una ubicación cercana como es Alemania.
Quienes han vivido la experiencia tienen muy clara la importancia de pertenecer a una organización mundial de este calibre, que les permite rodearse de cualificados profesionales del sector y donde se pueden mejorar las relaciones comerciales, además de incentivar a los agricultores a ser cada día más perfeccionistas y profesionales en su trabajo y en el manejo y regulación de su maquinaria.
A su juicio, habría que volver a apoyar este tipo de concursos desde las instituciones públicas, porque esto ayuda a la gente, anima el campo español con una actividad habitual pero que puede resultar 'diferente'. España difícilmente alcanzaría las cifras de Irlanda, pero cuando se ha organizado de manera acertada ha contado con la respuesta del público, hasta el punto de llegar a bautizarse como las 'Olimpiadas del campo'. "Y es una pena que se pierda esto", lamentan.