Maschio-Gaspardo, un proyecto basado en la unión y el esfuerzo
“En mi vida no he firmado ni un contrato, mi palabra es mi rúbrica”. Así de contundente se muestra Egidio Maschio, presidente del Grupo Maschio-Gaspardo, cuando se le interpela por su manera de entender los negocios. Los orígines los encontramos en la humildad y el esfuerzo con el que comenzó a forjar la marca Maschio ahora hace medio siglo, en sus inicios produciendo maquinaria accionada por Tdf. De ese proyecto que Egidio Maschio inició en 1964, al grupo que facturó 240 millones de euros en 2012 hay un largo recorrido dominado por dos conceptos: esfuerzo y unión.
"Se ha de manterner la fábrica como a una familia unida. Nuestra filosofía es que esa relación de unión no se pierda, haciendo sentir a los trabajadores que la empresa es tan suya como mía”, declaraba con orgullo el presidente. Ejemplo de ello fue el acuerdo firmado el pasado año con los sindicatos en que la compañía se comprometía a no realizar ningún despido hasta 2015 a cambio de una reducción de salarios del 10%. Un ahorro que repercutió directamente en atacar nuevos mercados y en reducir los plazos de entrega. Los resultados no se han hecho esperar, en estos momentos el grupo tiene seis meses de pedidos en cartera.
Esa relación de confianza con bancos y proveedores y una visión aventajada en los negocios han hecho que el Grupo Maschio-Gaspardo esté en disposición de convertirse en pocos años en una marca líder en maquinaria agrícola a nivel mundial. En estos momentos está en marcha un importante plan de expansión mediante el cuál se pretende desarrollar aún más un mercado de exportación que ya representa el 70% de facturación del grupo, una cifra que se espera que sea del 85% en 2015. Con centros de producción en Rusia, Rumanía, China e India, y delegaciones comerciales en EE UU, España, Francia, Alemania, Polonia, Ucrania, Turquía y Corea del Sur, el objetivo es seguir atacando los mercados extranjeros. Para ello en 2013 se ampliarán los centros de producción en Italia y China, la delegación en EE UU, y se inaugurarán nuevas oficinas en Irán, Hungría-Bulgaria y Venezuela.
Tras un 2012 en que el grupo ha abordado la entrada en el sector de la pulverización con la adquisición de tres compañías –Dal Degan, Finotto y Unigreen–, los retos en un plazo corto es entrar de lleno en el mercado del forraje y con ello disponer finalmente de una gama completa y de calidad para llegar a ser número uno en maquinaria para el tratamiento y la preparación del suelo.
España y Portugal, mercados en los que solo se piensa en crecer
La llegada de Nicola Franco al frente de la delegación en España marca sin duda un antes y un después en el devenir de Maschio-Gaspardo en la Península Ibérica. Las cifras, testigo inexpugnable, así lo atestiguan. Si en 2010 la facturación del grupo era de 2,8 millones de euros, esa cifra ya se ha duplicado en 2012. Con 6,2 millones facturados en el pasado ejercicio (1,9 de ellos en Portugal, con las sembradora monograno Gaspardo como líder de mercado), las previsiones para 2013 auguran aún un escenario mejor. “Este año prevemos facturar 7,5 millones de euros, principalmente debido alto precio de la materia prima. En Castilla y León se ha crecido mucho y esperamos acabar de asentarnos en zonas que hemos trabajado de forma intensa en 2012. Es el caso de Aragón, y las provincias de Lleida, Girona, y Sevilla”, explicaba Nicola Franco.
Para el Grupo Maschio-Gaspardo el mercado ibérico sigue siendo importante, y así lo demuestra el hecho de que este año se incorporará una séptima persona al equipo de la delegación. "España y Portugal representan mercados importantes donde invertir esfuerzos y recursos humanos de la empresa", puntualizaba Edigio Maschio, en referencia al trabajo que se está realizando desde España.
En la faceta comunicativa la gran novedad en este inicio de 2013 es el lanzamiento de la versión en español de la web de Maschio-Gaspardo. Desde mediados de enero ya se puede acceder a toda la información sobre el grupo y de todos sus productos en nuestro idioma.
Tan importante como la propia máquina es para el grupo el servicio post-venta. Por ello, desde la pasada edición de FIMA, la delegación ibérica cuenta con un responsable de servicio en exclusiva. Además se ha puesto en marcha un programa de formación para la red de ventas, y se ha implementado un nuevo sistema de recambios para ofrecer un servicio más ágil.
Finalmente, y ante la actual situación económica, Maschio-Gaspardo ha realizado campañas de financiación de la maquinaria al 0%, y ha financiado también parte del estocaje de sus concesionarios.
Una visita a las entrañas de Maschio-Gaspardo en Italia
El primer alto en el camino fue en Morsano, en el corazón de la región Friuli-Venezia-Julia, donde tiene su sede la fábrica de sembradoras del grupo, aunque también se producen binadoras y las segadoras de dientes. En una superficie de 124.000 m2, 26.500 de ellos cubiertos, se producen unos 28.000 elementos de siembra al año. Teniendo en cuenta que la media viene a ser de unos seis elementos por máquina, se puede afirmar que del centro de producción de Morsano salen cada ejercicio una media de 4.000 sembradoras. En estos momentos se está trabajando en esta factoría en tres turnos para atender la gran demanda de pedidos en EIMA 2012.
Pero evidentemente la mayoría de máquinas se producen en líneas de montaje organizadas que se van rotando dependiendo de las necesidades de la temporada. Eso sí, siempre quedan dos líneas que realizan los modelos de fuera de temporada para las exportaciones al otro hemisferio. En la mayoría de líneas los operarios van rotando entre ellas, aunque hay algunos modelos que requieren de conocimientos específicos y, por lo tanto, no se produce esa rotación. Es el caso de una de las sembradoras más vendidas en España, Magica, destinada a la agricultura intensiva, y muy demandada en zonas como Salamanca, Valladolid, León, etc.
Resulta también muy interesante observar la línea de pintado de Gaspardo, que impregna de ese naranja con tintes rojos tan característico a cada una de las piezas de sus máquinas. El ciclo completo, totalmente automatizado (excepto la carga) dura tres horas desde que la pieza entra en la primera bañera hasta que acaban introduciéndose en el horno para su secado.
Las últimas visitas fueron a dos factorías que suponen la base de todo. Terranova, perteneciente al grupo desde 1979, es el lugar de producción de los componentes mecánicos del grupo. En ella, al igual que en Unika –empresa que se adquirió en 2010– se realizan las postaciones automatizadas, el corte láser de piezas, plegadura y estampado de chapa, la producción de azadas y cuchillas, etc. Unika lleva trabajando además desde hace años con marcas automovilísticas de primer nivel.