Bruselas espera una “evaluación de riesgos” tras la flexibilización de requisitos de España para traer maíz
La Comisión Europea (CE) espera que España le transmita una “evaluación de riesgos completa”, después de que el país decidiera flexibilizar los requisitos fitosanitarios para la importación de maíz desde Argentina y Brasil, con el fin de paliar la escasez a causa de la guerra en Ucrania.
Ante el temor de que el conflicto bélico provoque escasez en los piensos, ya que las exportaciones ucranianas agrícolas son clave para la alimentación del ganado en la Unión Europea, el Ejecutivo comunitario aceptó en marzo que los países flexibilicen de forma temporal los niveles de restos de plaguicidas que pueden tener los productos importados desde terceros países. España ha recurrido a esa posibilidad, pero el Ejecutivo comunitario teme que el país haya ido demasiado lejos.
Una portavoz de la CE indicó que la seguridad alimentaria es “una prioridad clave del trabajo de la Comisión” y que Bruselas ahora está haciendo “un seguimiento con carácter de urgencia” con España “para obtener una evaluación de riesgos completa”. El Ejecutivo comunitario espera de España “información detallada” sobre sus medidas de aplicación para garantizar que los productos “son realmente utilizados como pienso únicamente en las condiciones previstas”, y que permanecen en su territorio nacional tal como exigen las normas de la UE.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) publicó el pasado 14 de marzo una resolución que tiene como objetivo facilitar la entrada a España de materias primas para alimentación animal que suplan la paralización de las importaciones ucranianas por la situación bélica. Tras un análisis de riesgos sobre diez productos fitosanitarios, España concluyó que seis no presentan problemas a la luz de la legislación actual. Para los cuatro restantes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acordó establecer un límite superior de acuerdo con el citado análisis de riegos, en aplicación de las normas sobre los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos y piensos de origen vegetal y animal.
La resolución publicada por el Ministerio se aplicará temporalmente para el maíz originario de Brasil y Argentina, y para determinados residuos de plaguicidas. La portavoz comunitaria reconoció que España ha flexibilizado de forma temporal los niveles máximos de residuos de algunos plaguicidas en el maíz destinado únicamente a la alimentación animal. “Esta es su prerrogativa nacional”, admitió.
Agregó que España ha proporcionado una evaluación inicial. En ella, Madrid muestra que los piensos elaborados con el maíz importado de Argentina y Brasil, cuando cumplen con los límites temporales nacionales, flexibilizados debido a la guerra en Ucrania, también respetan los niveles máximos de residuos de plaguicidas de la UE. Por lo tanto, según el análisis inicial de España, se mantendría el “alto nivel existente de protección del consumidor”, indicó la portavoz. Sin embargo, Bruselas espera la evaluación de riesgos completa.
A la Comisión le preocupa que la flexibilización de los requisitos en el caso de los residuos de dos pesticidas prohibidos en el club comunitario (el clorpirifós y el diclorvos) supere los niveles que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera seguros para los consumidores.