Entrevista a Julio Fernández, presidente de Ansemat
25 de febrero de 2010
¿Qué significa una feria como Fima para el sector de la maquinaria agrícola?
En Fima todas las marcas exponemos lo mejor que tenemos, y hoy por hoy, se está acercando a pasos agigantados a otros salones como el de Bolonia o el de París, que en algunos casos nos han superado, pero que en otros no tenemos nada que envidiarles.
¿Eso quiere decir que la respuesta de las empresas, a pesar de la crisis, ha sido buena?
Aquí se han hecho las presentaciones de todos los nuevos productos que tienen las diferentes marcas, y a pesar de estar en crisis, con un año muy complicado sobre todo en el mercado de tractores –bajando un 25% las ventas–, esta feria ha superado en metros y expositores la de hace dos años. Todo ello significa que la apuesta por Fima es firme y que la esperanza en la recuperación del sector por parte de las marcas de maquinaria es indudable.
¿Qué valoración hace del año 2009 en el mercado de maquinaria agrícola?
Es evidente que la bajada en algunos sectores, como los tractores, ha sido importante. El recorte para muchas marcas ha sido un lastre para sus resultados, teniendo que recortar gastos, llegando incluso a tener que reducir plantillas. Pero a la vez se ha producido un fenómeno nuevo, el de marcas de países lejanos que están introduciéndose en nuestro mercado y que están entrando en competencia directa con las marcas ya establecidas.
¿Se trata de marcas que están jugando con el factor precio?
Por supuesto. La crisis es lo que tiene, el precio se vuelve más importante en el momento que existen problemas económicos. De esta forma todas estas marcas de baja especificación están entrando en nuestro mercado y están teniendo una buena aceptación precisamente por el factor precio.
¿Uno de los grandes hándicaps para el agricultor es la falta de financiación?
Es cierto, aunque sólo en parte, porque no se le puede echar toda la culpa a la financiación. Los precios agrícolas han bajado en muchos casos respecto al año anterior, y también existe una clara crisis de confianza. Los españoles en vez de comprar un tractor se han guardado el dinero por si acaso. Aunque evidentemente la falta de financiación perjudica bastante. Desde aquí quiero hacer, en nombre de Ansemat y de todas las empresas de maquinaria agrícola, un llamamiento a los bancos y las financieras que en lo posible suavicen esa barrera que les impide conceder préstamos.
¿Qué medidas se le piden al gobierno y a las instituciones europeas desde el sector de la maquinaria agrícola?
En términos generales no se le pueden pedir más ayudas ni al gobierno ni a la UE. En términos presupuestarios todo el dinero que se ha venido cobrando a lo largo de estos años es similar, y lo seguirá siendo hasta 2013. La idea era empezar a recortar a partir del 2014, pero creo que la nueva administración europea, que acaba de ser nombrada, ya ha cambiado de idea y tiene la convicción de que hay que mantener las ayudas a la agricultura, porque es un sector estratégico para la industria.
Lo que sí podemos pedir a los gobiernos central y autonómicos es que cuiden mucho al agricultor, y si hace falta incrementar el presupuesto hacerlo, pero siempre estudiando las medidas y sin tirar el dinero.
Es decir, le pide eficiencia al gobierno...
Eficiencia es la palabra. En estos momentos los fondos disponibles son los que son. España está cerca del 12% de déficit en sus cuentas, y no se pueden seguir dando más subsidios. Por lo tanto hay que mantener los que tenemos, siendo más eficaces, para que los agricultores tengan una rentabilidad en sus explotaciones y haya una viabilidad en los proyectos.