Aumentan los quads y manipuladoras telescópicas en agricultura, obras y servicios
Análisis de los sistemas de propulsión de vehículos especiales
Ignacio Ruiz Abad, secretario general de la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (Ansemat)
25/01/2021Desde 2015 se ha multiplicado por seis el mercado de vehículos tipo ATVs utilizados en la agricultura, obras y servicios, aumentando la cuota de la propulsión por gasolina hasta el 11% en un mercado total caracterizado por una demanda de potencia que de momento solo puede suministrar el diésel.
Cargador de propulsión eléctrica en labores agrícolas.
Los datos de matriculaciones de vehículos especiales conforme a los datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT) —y una posterior clasificación minuciosa de los modelos por tipos de máquina— permiten analizar la tendencia de los distintos tipos de propulsión de vehículos autopropulsados utilizados en agricultura, obras y servicios.
En el periodo analizado comprendido entre 2015 y 2020, se observa un crecimiento continuo de la gasolina en el mercado debido a la irrupción de los ATVs (acrónimo de All Terrain Vehicles, que agrupa varios tipos de quads), que en 2020 han alcanzado prácticamente las 2.000 unidades, multiplicando por seis su mercado de 2015. En estos años también ha aumentado la matriculación de manipuladoras telescópicas, triplicándose el número de máquinas hasta las más de 1.400 unidades en 2020. Estos dos tipos de vehículos se han ido haciendo un hueco en los tres sectores modificando la demanda energética, aunque no se observan cambios en el tipo de propulsión para cada categoría de vehículo.
La maquinaria agrícola, obras y servicios se asocia prácticamente en exclusiva a la propulsión diésel ya que, como otros equipos de trabajo, para poder realizar el trabajo necesitan unos niveles de par a bajas revoluciones del motor que únicamente pueden ofrecer estos motores. La tecnología traerá cambios en un futuro, pero de momento sólo se puede ver aumento de la propulsión eléctrica en bajas potencias (en 2020 la potencia media de las máquinas de motor eléctrico ha sido de 18,2 CV) y para uso principalmente en servicios.
Tabla 1. Matriculación de vehículos especiales por tipo de propulsión (Fuente: DGT; elaboración Ansemat).
Los motores diésel han pasado de suponer en 2015 el 94,2% del total de matriculaciones, al 84,1% en 2020 a pesar de haber aumentado en número. Los vehículos con motor eléctrico han duplicado su número hasta llegar a las 913 unidades en 2020, lo que representa un 4,8% del total. El aumento mencionado de ATVs, ha supuesto el incremento del motor de gasolina desde 2,6% al 11,1% a lo largo del periodo analizado.
En 2020, todos los tractores agrícolas tradicionales han sido matriculados con motores diésel, independientemente de su uso como agrícola, obras o servicios. Otros vehículos homologados como tractor han sido matriculados con motor eléctrico (3 unidades) y con motor de gasolina (636 unidades). Las manipuladoras telescópicas están provistas prácticamente en su totalidad con motor diésel, aunque se han matriculado 16 unidades con motor eléctrico.
El mercado de vehículos de tipo Utility (dos asientos y plataforma de carga), se reparten el mercado entre el diésel y la gasolina (111 y 121 unidades, respectivamente), y los quads son exclusivamente de gasolina. Ante esta situación se entiende que un gran número de unidades no se registren en el ROMA como agrícolas ya que no van a poder utilizar el gasóleo B, y de los aproximadamente 1.800 quads matriculados, únicamente una tercera parte aparecen como agrícolas. El resto puede que se utilicen en el sector agrario, pero no se puede saber con certeza; y lo que si se observa claramente es que a finales de 2019 empezaba a caer la matriculación de quads agrícolas, siendo sustituidos por los de obras y servicios.
Mientras los quads agrícolas han perdido un 14% de matriculaciones, y cierran 2020 con 613 unidades, los de obras han crecido en 2020 un 65,1% hasta las 786 unidades, y los de servicios un 93,9% situándose en las 599 unidades.
En el caso de las manipuladoras telescópicas, su uso es el real ya que prácticamente todas son diésel, y las matriculaciones totales han descendido un 22,8% situándose en las 1.441 unidades al cierre de 2020. Este descenso se debe principalmente al retroceso que ha sufrido las máquinas de servicios (-55,0%), de las cuales se han registrado 245 máquinas; y en menor medida las agrícolas (-9,4% y 533 unidades) y las de obras (-9,8% y 663 unidades). En el caso de estas máquinas, la matriculación no es un indicador exacto del mercado ya que pueden utilizarse sin que sea necesario desplazarse por las vías públicas, y por lo tanto el mercado real puede ser mayor.
En conclusión, los sistemas de propulsión de los vehículos especiales son esencialmente tres, y el diésel sigue siendo necesario para trabajos que requieren altas potencias, mientras que los motores eléctricos de momento se ciñen a actividades que no exigen potencias superiores a 20 CV en el sector de obras y servicios.
Tabla 2. Potencia media (CV) de vehículos especiales por tipo de propulsión (Fuente: DGT; elaboración Ansemat).