Retrofitting, la actualización de la maquinaria

En una situación económica tan compleja como la actual las empresas se enfrentan a un reto muy difícil de superar ¿cómo es posible disponer de equipos con la tecnología más moderna cuando la posibilidad de inversión es ajustada? El retrofitting es la respuesta.

El coste del retrofitting total de una máquina puede llegar a ser un 50% más barato que lo que supone adquirir una máquina de similares características totalmente nueva. Este porcentaje varía en función de cada modelo de máquina. Como regla general podemos decir que el ahorro es mayor cuanto mayores son las dimensiones de la máquina que se desea actualizar tecnológicamente, ya que la estructura de la máquina es el elemento principal que se aprovecha cuando se realiza el retrofitting.

El retrofitting en maquinaria pesada para obras públicas es una práctica moderna, efectiva y a un costo inferior al de nuevas adquisiciones. No se trata de una simple reparación o revisión del equipo, sino de una absoluta modernización.

En el retrofitting se mantienen las características principales de los equipamientos, eliminándose desgastes, reponiendo piezas dañadas, efectuando nueva pintura, reevaluando items de seguridad y, sobre todo, sustituyendo los componentes electrónicos y accionamientos mecánicos e hidráulicos obsoletos por otros de última generación. De esta forma el retrofitting se convierte en la alternativa ideal para empresas que necesitan mantener su maquinaria en un estado de óptima fiabilidad y productividad.

Apostar por el retrofitting para renovar el parque de maquinaria pesada ofrece importantes ventajas. La primera sería el incremento de la productividad. Ante la imposibilidad de adquirir equipos nuevos, el retrofitting es la mejor opción para mantener la maquinaria activa con unos ratios de productividad rentables. Otra ventaja, muy ligada a la anterior, sería la reducción de los periodos de inactividad. Evidentemente la reducción de los riesgos, tanto de avería mecánica de la propia máquina como de accidentes laborales por parte de los operarios de dichas máquinas, es otra de las ventajas que aporta el apostar por una inversión de retrofitting. Otra ventaja habría que buscarla en la seguridad de disponer de una garantía de eventuales piezas de reposición por un largo período. Y finalmente, y quizás una de las más importantes, el retorno rápido y seguro de la inversión que por su mismo concepto implica un proceso de retrofitting.

Es evidente que en momentos de recesión todas las soluciones que aporten un camino para seguir generando negocio son bienvenidas, y en este caso y en estos momentos el retrofitting es una solución que, por un lado, está permitiendo a distribuidores, alquiladores y talleres de reparación de maquinaria de obras públicas seguir abasteciendo al mercado de equipos, y por otro lado, está facilitando a las constructoras el poder actualizar parques de maquinaria obsoletos sin tener que realizar grandes inversiones. Ahora bien, no se puede negar que el retrofitting es un fenómeno que nace y se justifica por el propio contexto de crisis que vive el sector y que sería conveniente tomarlo exclusivamente como una solución de urgencia a corto plazo. Perpetuar el retrofiting como una herramienta de abastecimiento de maquinaria válida para el sector de la construcción de obra pública a medio y largo plazo sería firmar la sentencia de muerte del colectivo español de fabricantes de maquinaria pesada que, como podemos leer en el cuadro adjunto, está realizando esfuerzos importantes para internacionalizar su producción. Es indiscutible que la internacionalización es clave para crecer, pero el primer y principal objetivo del sector debe ser inequívocamente la recuperación del mercado interior.

El sector de la maquinaria para construcción está dominado por grandes multinacionales con presencia internacional en todo el mundo. Dichas empresas son, en gran medida, de procedencia estadounidense, alemana o japonesa. No obstante, dependiendo del subsector del que se trate, es habitual encontrar fabricantes españoles con cuotas importantes de mercado. En este contexto, nuestros equipos ofrecen una buena relación calidad-precio, por un lado incorporan un alto nivel tecnológico y por otro ofrecen precios más competitivos que los alemanes, japoneses y norteamericanos. Además, cuentan con unas prestaciones muy elevadas en cuanto a seguridad laboral y respeto al medio ambiente, por cumplir la legislación europea. En la actualidad las marcas españolas son cada vez más reconocidas, tienen una cada vez mayor presencia internacional y en muchos casos son las marcas de referencia en el sector. Aunque la exportación de equipos españoles se resintió en 2009 se puede afirmar que en 2010 recuperó la senda del crecimiento. En este sentido destaca la creciente presencia de la maquinaria española en mercados como Oriente Medio, Estados Unidos o Asia, alejados de los tradicionales destinos de la oferta española.