“Se abre una pequeña brecha de luz que creemos se va a ampliar cada vez más”

Suministros Grupo Esper, bien conocida en el mercado por su marca comercial Ovan, cuenta con una larga experiencia en el desarrollo y comercialización de instrumentación técnica para laboratorio. En este artículo, su director general, Juan Carlos Serra, hace balance del año 2013 y presenta sus previsiones para el nuevo ejercicio.

El año 2013 ha sido un año complicado desde todos los puntos de vista, tanto a nivel nacional como internacional. Afortunadamente la presencia internacional ha hecho posible la supervivencia y crecimiento de muchas empresas, entre las que se encuentra Ovan.

El mercado nacional ha seguido sufriendo un importante deterioro en cuanto a inversiones en equipamiento, manteniendo a duras penas los presupuestos de material consumible pero bajando a mínimos la compra de equipos inventariables. Ésta ha sido la tónica del 2013 exceptuando el último trimestre, tradicionalmente más productivo que los otros, y este año también, aunque lejos de las cifras de épocas anteriores.

Juan Carlos Serra, director general de Suministros Grupo Esper (Ovan).

Está claro que si no se tiene presencia a nivel internacional se tienen serios problemas, ya que a nivel doméstico el mercado simplemente ‘ha dejado de ser’. Por mucho que se innove, que se investigue, que se intente bajar costes para poder competir con marcas asiáticas, el mercado interno está en ‘stand –by, o casi. También a nivel internacional la alegría que se profesaba hace unos años ha desaparecido. No obstante sigue habiendo ‘movimiento’, por el cual vale la pena luchar y estar presente.

Afortunadamente el fenómeno asiático de hace unos años, barato y de baja calidad, a veces impredecible, es un fenómeno que ha ido disminuyendo, desapareciendo el rival de este nivel y apareciendo otros rivales donde la calidad ya es, más o menos, correcta y por lo tanto, su nivel de precio ya no es lo que se esperaba con anterioridad. Aún así siguen habiendo empresas que apuestan por marcas de baja calidad – bajo precio, por aquello del fenómeno ‘low cost’.

En Ovan siempre hemos considerado que la calidad es algo intocable y eso conlleva un nivel de precios muchas veces no competitivo. Curiosamente uno de los mercados donde más nos hemos desarrollado es el asiático, donde el cliente final prefiere pagar más por un producto europeo o norteamericano, con lo que la calidad está asegurada, después de haber probado otros productos de otras zonas de procedencia.

No creo que nadie tenga una idea clara, pero todos tenemos las esperanzas a punto. Todos hemos visto el repunte dinámico de final del 2013, a nivel no sólo doméstico, sino también internacional, y esperamos, no que continúe en el mismo nivel, ya que sabemos que esto es algo altamente improbable, sino que la dinámica emergente en el último trimestre contagie el resto del 2014. De hecho, ‘ya toca’, no sólo hablando a nivel de fabricante, sino a nivel de usuario final que necesita cambiar sus equipos, muchas veces ya obsoletos o inaplicables en nuevas técnicas.

En nuestro caso particular hemos desarrollado equipos pensados en técnicas no muy habituales pero que sí precisan de un equipamiento específico, tales como baños con agitación orbital, agitadores orbitales/horizontales especiales, baños con recirculación interna, etc.

Cada mercado tiene sus necesidades y en el mercado del agua es donde hemos visto, a nivel mundial, un aumento en la demanda de equipos de floculación, técnica ancestral y hoy en día utilizada a la par que otras técnicas más modernas. Pero en este caso se cumple aquello de ‘lo de toda la vida funciona’ ya que la floculación en el análisis de agua está en aumento, haciendo que equipos como nuestros Jar test digitales, tanto de 4 como de 6 posiciones, sean equipos muy solicitados; así como la unidad portátil que nos permite trabajar con la corriente eléctrica del coche (conectando el equipo al encendedor del coche) y también en el laboratorio, en un enchufe normal.

Esta situación demuestra que equipos que se pensaba ya habían alcanzado el límite de su vida de mercado vuelven a resurgir, independientemente de mercados emergentes o ya cualitativamente avanzados. La simplicidad de la técnica hace muchas veces que sea la elegida.

Tal y como lo vemos, se abre una pequeña brecha de luz que creemos se va a ampliar cada vez más, eso sí, principalmente a nivel internacional. Esperemos que nuestro mercado interno resurja de nuevo y podamos, sí bien no participar de la alegría de hace años, si poder contemplar que nuestros científicos, nuestra I+D, nuestro desarrollo interno se ponga de nuevo a niveles aceptables.