El presidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (
Feique), Fernando Iturrieta, hizo públicas ayer las las estimaciones y perspectivas de la industria química española exponiendo a su vez las necesidades competitivas más urgentes del sector ante la crisis económica actual. Según Feique, la industria química de nuestro país prevé cerrar 2009 con una caída del 3,9%, y de medio punto en 2010, año en que el sector espera salir del bache definitivamente. Las cifras que baraja Feique sobre la evolución del sector no son nada optimistas, puesto que prevé que entre 2008 y 2010 el sector tenga un decrecimiento del 8,3%, especialmente en la química básica (-17,8%). Fernando Iturrieta señaló que lo más probable es que una parte de esta pérdida “no se pueda recuperar”, puesto que algunas compañías se han visto abocadas al cierre o están en vías de desaparecer en los próximos meses. Uno de los motivos es la imposibilidad de competir a largo plazo en un mercado cada vez más reducido, afectando a los dos principales clusters localizados en España: Tarragona y Huelva. En el último año, de hecho, han cerrado sus puertas más de 100 empresas, sobre todo pymes.
Con independencia de las cifras concretas, lo que la crisis internacional y el descenso del consumo han puesto de manifiesto, según Feique, es el deterioro de los factores de competitividad que ofrece nuestro país. La fuerte demanda de sustancias químicas experimentada en los últimos diez años ha permitido que el conjunto de los productores accediesen a los mercados, pero ante su escasez, la falta de mejora de las condiciones para competir de los países de la Unión Europea y Estados Unidos frente a otras áreas como Oriente Medio o China, han evidenciado la necesidad de corrección.
En este contexto, la Federación Empresarial de la Industria Química Española elaboró en el mes de abril un Plan Integral de Competitividad orientado a la puesta en marcha a corto plazo de 20 medidas específicas para mejorar las condiciones de competitividad de las empresas químicas implantadas en España, agrupadas en áreas fundamentales, como la energía, el transporte, el marco normativo y administrativo, la I+D+i, o la fiscalidad de las empresas.
De izq. a dcha: Antoni Zabalza, Fernando Iturrieta y Fernando Galbis, vicepresidente, presidente y director general de Feique, en la presentación del informe realizada en el IESE Business School de Barcelona.
La federación pidió especialmente que las tasas vinculadas al reglamento europeo Reach, que calcula que costará unos 7.000 millones de euros a las empresas, puedan fraccionarse y reducirse, así como que los Gobiernos ofrezcan medidas de apoyo financiero sobre todo a las pymes, que son las que tienen un mayor impacto en sus cuentas derivado de la aplicación de esta normativa. En materia energética, desde Feique, se pidió al Gobierno que no desestime la energía nuclear, con unos precios mucho más competitivos que las renovables, además de un marco estable para que la industria pueda realizar contratos a medio y largo plazo a precios competitivos para el desarrollo de su actividad, ya que recordó que España es especialmente vulnerable a las fluctuaciones del precio del crudo y el gas por su dependencia energética.
