Entrevista a Óscar Taboada, presidente de Asoma, Asociación Nacional de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio

Asoma nace con la vocación y la ilusión de posicionar a este producto en su justo lugar dentro del mercado español del cerramiento.

Las exigencias de eficiencia energética en la edificación que marca el Código Técnico de la Edificación dan a la ventana de madera la oportunidad de demostrar las magníficas prestaciones de este material y de la tecnología en que actualmente se basa la carpintería industrializada de madera.

Asoma tiene un gerente propio y será administrada por Feim –Federación Española de Industrias de la Madera–, con idea de aprovechar infinitas sinergias con otros subsectores de la madera en la construcción como son el pavimento, las puertas, estructuras y cubiertas, tablero e incluso las casas de madera.

Asoma tiene muchísimas cosas que hacer: unir al sector, formar e informar, ensayar, marcar correctamente, promocionar, divulgar, asesorar… y el desenlace será reposicionar a la ventana de madera como líder en el sector, sin necesidad alguna de exagerar o tergiversar, porque una buena ventana de madera, por sí sola, es un cerramiento excepcional en todos los sentidos, sin limitaciones, flecos ni puntos débiles.

Asoma se presentará oficialmente en el sector en la principal feria del sector en España: Veteco. E irrumpe con vocación de colaborar con las asociaciones de fabricantes de cerramientos de materiales alternativos a la madera, en el objetivo común de informar, divulgar y orientar a consumidores, instaladores y otros profesionales afines.

Debido al nuevo marco normativo trazado por el CTE, el arquitecto ha pasado del diseño por estética al diseño por eficiencia, tanto térmica como acústica. Los planes ‘Renove’ que poco a poco afloran por Comunidades Autónomas y ahora quedan respaldados por una política nacional de ayudas a la rehabilitación y búsqueda de la eficiencia energética, dejan muy claro que la ventana de madera es un sistema de cerramiento con un enorme crecimiento por delante.

El éxito más notable de la madera está en Francia con un 60% en madera. Se piensa que existe una tradición mayor de ventana de madera que en Alemania, donde la población no piensa tanto en comprar ventanas de madera, tanto por su coste como por su mantenimiento. Se trata de una cuestión de cultura y de tradición fuertemente arraigada.

España vive una pequeña revolución en el sector del cerramiento y ahora se valoran más los cerramientos térmicamente eficaces como lo son los de madera, con lo cual se está observando un vuelco en la prescripción, donde hasta ahora el 80% era aluminio corredera sin RPT (ruptura de puente térmico).

El cerramiento supone entre un 25 y un 45% de las pérdidas energéticas de una vivienda. Está demostrado y contrastado que una ventana de madera, a priori, garantiza una mayor protección térmica que otra de PVC o aluminio con idénticas dimensiones, sección de perfilería y sistemas de apertura/cierre y acristalamiento, y además es más barato y beneficioso medioambientalmente hablando (la madera se erige como el gran fijador de CO₂ cara al futuro).

Es muy difícil hallar alguno. La innovación tecnológica ha traído a la ventana de madera espectaculares mejoras de los perfiles y sistemas. Por ejemplo, en el uso de perfiles de madera laminada, para mejorar el aprovechamiento de la materia prima. La industria recurre, de modo progresivo, al uso de madera tratada y acabados al agua, con lo que están en condiciones de ofrecer garantías de durabilidad de diez años o más.

Por lo tanto, ha aumentado exponencialmente la calidad del cerramiento, su eficiencia es mayor y, además, se ha reducido y simplificado la necesidad de un mantenimiento regular de las ventanas.

Actualmente existen productos para limpieza de cristales y mantenimiento de ventanas en un mismo acto, con lo que aquellos cuidados o renovaciones del barniz que antaño eran obligados, tienden a cero. Tratándose de una situación más convencional, actualmente basta con aplicar cada tres o cuatro años un producto al agua a los perfiles que miran al exterior para que lo absorban y mantengan sus prestaciones estéticas.

A pie de mercado, la ventana de madera de calidad siempre ha maravillado al consumidor por su estética. Lo cierto es que hoy priman los argumentos técnicos, aunque siempre ha tenido y tendrá peso el gusto por lo hermoso y natural; también en una ventana. El CTE ha supuesto un revulsivo en este sector, y el arquitecto diseña hoy los cerramientos más por eficiencia térmica y acústica que por su belleza. De cara al futuro, con la madera el consumidor disfrutará de un cerramiento bello y eficiente.

En la ventana de madera, la mejor rotura de puente térmico la ofrece el abeto, que además es un material muy estable. La creencia generalizada está equivocada, porque la madera de iroko, y más aún, la madera de roble, es más inestable.

El futuro de la ventana de madera pasará en gran medida por la fabricación con laminado, ya que esta perfilería permite abarcar grandes secciones de madera que cumplan las nuevas exigencias del mercado, y las normativas.

En España se fabrican magníficas ventanas de madera y mixtas (madera-aluminio). Las empresas medianas y grandes no son muchas; más bien abundan las pequeñas carpinterías especializadas en el cerramiento de madera. Por ello el marketing ha sido por siempre la asignatura pendiente de un sector que ahora tiene ante sí la oportunidad de demostrar que pueden cumplir mejor que nadie y con diferencia las exigencias que la plantea a la edificación del futuro la normativa vigente. Con Asoma se pretende alcanzar poco a poco, con paso firme y un trabajo serio, este colosal objetivo.