El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón trabaja en más de un centenar de investigaciones para el sector
20 de diciembre de 2010
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, el CITA, se dedica a la investigación, desarrollo y transferencia de tecnología, además de asesorar y ofrecer servicios al sector agroalimentario. Actualmente, el CITA, que depende del Departamento de Ciencia Tecnología y Universidad del Gobierno aragonés, trabaja en 111 proyectos que responden a las principales líneas de investigación del centro: conservación de los recursos genéticos, mejora y optimización de la producción agroalimentaria y desarrollo de sistemas agrarios sostenibles. En este momento dispone de nueve unidades de investigación: Calidad y Seguridad Alimentaria, Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales, Fruticultura Recursos Forestales, Sanidad y Producción Animal, Sanidad y Producción Vegetal, Suelos y Riegos. En estos momentos, el CITA cuenta con 72 investigadores y 22 personas en formación.
En la línea de conservación de recursos genéticos está el proyecto de preservación de las variedades autóctona de lechugas aragonesas, una acción enmarcada en el programa de conservación y gestión de los valores naturales de Aragón. Los objetivos del proyecto que lidera Ana Garcés de la Unidad de Tecnología en Producción Vegetal del Centro son la caracterización morfológica y molecular de las variedades autóctonas de lechugas aragonesas, así como el estudio de su comportamiento en campo. De momento se han analizado 34 cultivares locales y su germoplasma se encuentra almacenado en el Banco de Germoplasma de Hortícolas de Zaragoza. La conservación de estas entradas es primordial para preservar la diversidad genética de las variedades locales del cultivo de la lechuga y su potencial utilidad como donante de genes para futuros programas de mejora genética.
El proyecto acerca de la opinión de los consumidores sobre los vinos del Nuevo y del Viejo Mundo busca la opinión de los consumidores españoles y de los estadounidenses sobre las características que definen los vinos del Nuevo Mundo (Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Argentina y Uruguay) y los del Viejo Mundo (básicamente de España, Francia, Italia y Portugal) para conocer aquellas características que más interesan a los consumidores españoles en comparación con los americanos. Este análisis permite descubrir qué ocurriría si los vinos del Nuevo Mundo se comercializaran de forma masiva en España y de qué manera se puede incrementar la exportación de los vinos españoles a Estados Unidos, país que liderará el ranking de consumo dentro de unos años.
