Tomra Food muestra sus equipos especializados en análisis cárnico Tomra FatScan y Tomra QV-P en FoodTech

Este salón es de los más importantes a nivel nacional y muy relevante a nivel internacional. Así lo confirma Silvia Fernández, directora general de Jofresa, al asegurar que “FoodTech es una cita ineludible para los distribuidores de maquinaria alimentaria. Se celebra desde hace muchísimos años y sigue creciendo en cada certamen tanto en número de expositores como de visitantes. Por lo tanto, ha sido una gran oportunidad para dar a conocer la tecnología de Tomra a aquellos productores que hasta el momento no eran usuarios. Actualmente, los principales productores de hamburguesas, embutidos y carne picada cuentan con equipos de Tomra instalados por nosotros. Y también hay varios clientes realizando pruebas que se pueden traducir en ventas”.

Bruno Gabriel, director de Ventas de Tomra Food; Silvia Fernández, directora general de Jofresa, y Jason Tolve, director comercial de Jofresa.

Por este motivo, Tomra Food no quiso perderse este evento y mostró sus analizadores cárnicos a los allí presentes. Ambos destacan por su altísima eficiencia, su precisión y su rapidez. Además, su avanzada tecnología basada en la espectroscopia resulta de gran utilidad para conseguir un producto homogéneo. Entre sus múltiples ventajas destacan su facilidad de instalación y de manejo. “Asimismo, al ser compactos, se colocan encima de las líneas permitiendo así obtener un análisis en continuo que brinda información en tiempo real, permitiendo la consiguiente capacidad de reacción. A diferencia de los muestreos, analiza toda la carne que pasa por la cinta y eso aporta una fiabilidad altísima”, argumenta.

Y es que el sector tiende a las nuevas tecnologías para la clasificación y procesado de sus productos. “El productor quiere que sus productos sean novedosos, diferentes y de una calidad superior a un menor coste frente a la competencia. Definitivamente, el factor tecnológico cada vez tiene más importancia. Y esta tecnología es muy precisa, no invasiva y aporta mucha información a lo largo del proceso de producción. No en balde, Tomra es una empresa ya muy consolidada, y presente en todo el mundo, que busca la innovación y aportar respuestas a las inquietudes existentes en el sector”, añade.

El Tomra FatScan lleva a cabo un análisis del contenido de grasa de la carne (congelada o fresca de vacuno y porcino) y determina estos datos con gran precisión para todo el flujo de producto que pasa por el sistema y que se puede ajustar para reaccionar en tiempo real. De esta manera, se evita tener que realizar paradas en la producción. El sistema de fácil manejo, provisto de una interfaz de usuario intuitiva, proporciona datos de medición e informes con solo pulsar un botón y, por tanto, una completa documentación y trazabilidad de los procesos. Asimismo, el sistema controla productos de diferentes formas y tamaños, tanto recortes como carne en dados o picada.

En cuanto a la capacidad, alcanza las 7 toneladas de carne por hora gracias a la tecnología patentada de espectroscopia de interactancia, utilizando luz infrarroja cercana que penetra la carne en profundidad y que facilita una medición en tiempo real de los productos.

A este respecto, Silvia Fernández manifiesta que “el analizador Tomra FatScan permite saber en todo momento la composición de la carne en términos de magro y grasa. Esto es muy interesante para el productor, ya que le permite clasificar a sus proveedores y saber la calidad que está comprando y controlar su proceso de producción. Si buscamos la calidad y la homogeneidad del producto, Tomra FatScan es una excelente solución por varios motivos: en primer lugar, a mayor calidad, menos reclamaciones; por otra parte, supone un gran ahorro de costes ya que podemos saber en todo momento qué tenemos y no pagar un precio por encima del real. Además, realiza 108 escaneos por segundo, así que podemos asegurar que el análisis es del 100% sobre la línea de producción”.

Otro de los equipos mostrados en FoodTech fue el analizador Tomra QV-P, que detecta, entre otras patologías, la miopatía muscular en la pechuga de pollo, también conocida como síndrome de la 'pechuga de madera'. Esta anomalía se traduce en que la carne adquiere una textura leñosa y resulta dura al masticarla. Para reconocerla, el Tomra QV-P utiliza luces multiespectro que permiten alcanzar una gran velocidad en el análisis. “El detector Tomra QV-P puede analizar hasta 240 pechugas de pollo por minuto, brindando una altísima fiabilidad”, aporta Silvia Fernández.

Su software analiza de forma precisa el producto y determina los diferentes grados de afección del síndrome de la pechuga de madera, para su posterior separación dentro del proceso productivo del cliente final. De esta manera, se evita el incremento de costes por tiempos de inactividad. El sistema de fácil manejo se puede integrar fácilmente en las líneas existentes, aunque también está disponible para su instalación de forma independiente. Los datos de medición registrados pueden ser recuperados como informes en cualquier momento y aseguran una completa documentación y trazabilidad de los procesos. El resultado, es una calidad homogénea para el usuario final y una reducción de costes.