Horizonte 2020 y otras formas de financiación para empresas alimentarias

Horizonte 2020 es el programa que financia proyectos de investigación e innovación de diversas áreas temáticas en el contexto europeo, contando con casi 80.000 M€ para el periodo 2014-2020. Investigadores, empresas, centros tecnológicos y entidades públicas tienen cabida en este programa que se basa en tres pilares: abordar los principales retos sociales (31.748 M€), promover el liderazgo industrial (17.938 M€) en Europa y reforzar la excelencia (24.578 M€) de su base científica.

Su filosofía se basa en la simplificación de todo el proceso en general; una innovación más profunda, amplia y abierta; generar actividades cercanas al mercado como pueden ser prototipos, ensayos, demostraciones o desarrollos experimentales; aumentar la participación de las pymes; e investigar para la sociedad.

El pilar de retos sociales engloba seguridad alimentaria, agricultura sostenible, investigación marina y marítima y bioeconomía, al que se dedican 4.694 M€. El objetivo específico de este reto es garantizar un abastecimiento suficiente de alimentos seguros, saludables y de gran calidad y otros bioproductos, mediante el desarrollo de sistemas de producción primaria que sean productivos, sostenibles y eficientes en recursos, el fomento de los correspondientes servicios ecosistémicos y la recuperación de la diversidad biológica, junto a cadenas de suministro, de transformación y comercialización competitivas y de baja emisión de carbono. De este modo se acelerará la transición hacia una bioeconomía europea sostenible, estrechando la brecha entre las nuevas tecnologías y su implementación.

Horizonte 2020 integra por primera vez todas las fases desde la generación del conocimiento hasta las actividades más próximas al mercado: investigación básica, desarrollo de tecnologías, proyectos de demostración, líneas piloto de fabricación, innovación social, transferencia de tecnología, pruebas de concepto, normalización, apoyo a las compras públicas precomerciales, capital riesgo y sistema de garantías.

Las principales líneas de actividad del sector de agroalimentario se dividen en tres puntos:

• Consumidores: Tomar en consideración las preferencias, actitudes, necesidades, conductas, estilos de vida y educación de los consumidores y mejorar la comunicación entre estos y la comunidad científica que investiga la cadena alimentaria y los agentes de la misma con el objetivo de mejorar la toma de decisiones informadas y el consumo sostenible y el impacto de ambos en la producción, el crecimiento inclusivo y la calidad de vida, sobre todo de grupos vulnerables de población.
• Nutrición: Abordar las necesidades nutricionales y el impacto de la alimentación en las funciones psicológicas y el rendimiento físico y mental, así como la vinculación existente entre la dieta, el envejecimiento, las enfermedades y los trastornos crónicos y los patrones alimenticios. Identificar las soluciones e innovaciones en la dieta que conduzcan a una mejora de la salud y el bienestar. La contaminación química y microbiana de alimentos y piensos y los riesgos y la exposición a la misma serán evaluados y también se realizará una evaluación, un seguimiento, un control y un rastreo a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos y agua potable. Asimismo, la innovación en materia de seguridad alimentaria, instrumentos mejorados de comunicación de riesgos y mejores normas de seguridad alimentaria también se incluyen.
• Industria Agroalimentaria: Atender a la necesidad que tiene el sector de la alimentación y los piensos de adaptarse al cambio de local a mundial tanto a nivel social como a nivel medioambiental, climático y económico a todos los niveles de la cadena de producción de alimentos y piensos, incluyendo el desarrollo de alimentos, la transformación, el embalaje, el control de procesos, la reducción de residuos, la valorización de los productos secundarios resultantes y la seguridad en la utilización o eliminación de los subproductos de origen animal. Generar procesos innovadores, sostenibles y eficaces en el uso de los recursos, y productos seguros, asequibles y de alta calidad. Otros aspectos que requieren atención son la trazabilidad, la logística y los servicios, los factores socioeconómicos, la capacidad de recuperación de la cadena alimentaria frente a los riesgos medioambientales y climáticos, y la limitación del impacto negativo sobre el medio ambiente.

Se pueden realizar investigaciones orientadas a una aplicación concreta, dirigidas a resolver problemas específicos. Estas investigaciones se organizar en tres tipologías: Research and Innovation Actions (RIA), Innovation Actions (IA) o Coordination and Suport Actions (CSA).

Horizonte 2020 ofrece una subvención directa del 100% de los gastos para cualquier tipo de organización: SMEs, RTDs, IND… Excepto en algunos casos en que será del 70% para aquellas empresas que hagan innovación de carácter marcadamente industrial (Innovation Actions e Innovación para pymes).

Las convocatorias se pueden encontrar en el Participant Portal de la web de la Comisión Europea: http://ec.europa.eu/research/participants/portal/desktop/en/home.html.

Existen dos tipos de convocatorias, las Top-dow research (la Comisión define específicamente los temas sobre los que se quiere investigar) y las Bottom-up research (convocatoria abierta en la que los investigadores definen el tema).

Además del Horizonte 2020, existen varias fórmulas de financiación para las empresas del sector alimentario español. Empezando por las más pequeñas, nos encontramos las ayudas ofrecidas por las Comunidades Autónomas. Actualmente, Andalucía, País Vasco, Islas Baleares, Extremadura y La Rioja cuentan con convocatorias abiertas e interesantes. Estas convocatorias dependen directamente del Presupuesto de Desarrollo Rural de cada comunidad y se dividen en Grupos Operativos. Por otro lado, existen los Grupos Operativos Supra-autonómicos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente –persiguen innovación, no investigación–, que se encuentran cerradas a la espera de su apertura.

A nivel estatal, hay múltiples opciones: RETOS, Neotec, Innvierte… Entre ellos destaca el Programa Estratégico de Consorcios de Investigación Empresarial Nacional (CIEN), dependiente del Ministerio de Economía, que se dirige a grandes proyectos que involucren entre 3 y 8 empresas. También son importantes las financiaciones del CDTI, las más conocidas ya que ofrecen línea directa para invertir en innovación, no sólo en investigación.

En Europa encontramos también Grupos Operativos, más conocidos como SME Instrumentos. Además, se puede solicitar financiación en Innoglobal, Eurostars o CDTI transnacionales, entre muchos otros.

Es importante destacar el papel del coordinador en la mayoría de proyectos. Esta figura permita a la empresa recibir ayuda externa y facilita su organización frente a cada solicitud y proyecto. Tal y como indica la Anna Carabús, responsable de Innovación en el IRTA: “A nuestro país le interesa que el sector primario apueste por la innovación para ganar competitividad y luchar por el liderazgo. La financiación supone incentivos fiscales para las empresas y, en el caso de la financiación total del 100%, se pueden dar casos en los que la empresa sólo obtenga beneficios. En las del 70%, las empresas pueden quedarse económicamente igual y haber investigado sin pérdidas ni gastos”.