Busch Ibérica, S.A. - Detectores de fugas de gases

Tapir

Detectores de fugas: capaces de localizar y cuantificar las fugas con precisión

Foto de Detectores de fugas
Las fugas en los sistemas de vacío pueden provocar daños considerables en procesos industriales delicados. Las bombas de vacío pueden fallar o requerir tareas de mantenimiento más frecuentes. La calidad final puede verse afectada y se puede incurrir en pérdidas de eficiencia energética. Como resultado, los costes de energía y los costes de funcionamiento generales pueden aumentar drásticamente.

Los detectores de fugas Tapir se han diseñado especialmente para evitar todos estos problemas. Son capaces de localizar y cuantificar las fugas con precisión. De este modo, mejoran la calidad de salida, la eficiencia y la fiabilidad de todo el proceso. En casi cada industria, desde la automoción hasta el gas y el petróleo.

Hay varios modos de detectar fugas con nuestro Tapir. La llamada prueba de pulverización, que es adecuada para componentes bajo vacío. Y la detección de fugas por aspiración para componentes bajo presión. El medio de detección es el gas trazador helio o hidrógeno.

Ambos métodos de prueba son fáciles de usar y ofrecen resultados precisos, lo que convierte a Tapir en el complemento perfecto para su proceso de vacío.

Principio de funcionamiento:

- Prueba de pulverización (componentes bajo vacío):

La llamada prueba de pulverización es el método de prueba ideal para componentes bajo vacío. Este principio de medición es el método con mayor sensibilidad de todos. Se pulveriza helio o hidrógeno sobre la superficie exterior del objeto de la prueba. En caso de fuga, las moléculas entrantes se introducen mediante la bomba de vacío turbomolecular integrada de Tapir junto con su bomba primaria. Finalmente, acaban dentro de una célula del analizador. Esta célula detecta los átomos del gas trazador.

- Detección de fugas por aspiración (componentes bajo presión):

La detección de fugas por aspiración es el método perfecto para componentes bajo presión. El objeto de prueba se presuriza con helio o hidrógeno. Una sonda de aspiración conectada a nuestro TAPIR es guiada lenta y sistemáticamente por el objeto. En caso de fuga, se detectan los átomos del gas trazador que sale. Y de este modo se localiza la fuga con precisión.