Formación, tecnología y recursos humanos, tres pilares de éxito empresarial

El agua es un bien esencial para una buena calidad de vida y el bienestar de nuestra sociedad, a la vez que es un recurso básico de la economía productiva en todos los continentes. Su escasez y la necesidad de una adecuada gestión plantean serios desafíos, a los que Aqualogy responde aportando soluciones inteligentes, innovadoras y comprometidas con el desarrollo sostenible. Su presidente, Ángel Simón, definió en una jornada a Aqualogy, una de las grandes firmas de la industria de agua en España, de la siguiente manera: “Somos una empresa de conocimiento que, en el entorno actual, se posiciona a nivel global y aporta un valor añadido basado en la tecnología y el producto. Tenemos que ser productivos vía conocimiento e innovación”. Precisamente de conocimiento, de valor añadido, de tecnología, innovación y formación, habla en este artículo Maria Salamero i Sansalvadó, directora de Aqua Development Network (ADN).

Maria Salamero i Sansalvadó, directora de Aqua Development Network.

En un contexto de crisis, Aqualogy ha sabido anticiparse y adaptarse. “Tenemos que mejorar nuestra capacidad de respuesta ante los cambios de la sociedad y los mercados; imprimir más velocidad y agilidad a nuestras acciones, y esto sólo se puede conseguir mediante proyectos ambiciosos con objetivos muy claros y que sinergien esfuerzos”, señala Maria Salamero i Sansalvadó.

En estos últimos años, la crisis ha golpeado con fuerza al sector, en especial en lo que se refiere a la inversión en infraestructura, lo que ha demostrado la necesidad de ser más dinámicos y proactivos en la creación de valor, tomando como ejemplo otros sectores más avanzados en estos aspectos, indica. “Las grandes empresas están creando centros tecnológicos, involucrándose en consorcios y proyectos de carácter internacional, e integrando nuevas tecnologías. Poco a poco, a las iniciativas de referencia, como la Plataforma Europea del Agua (WTTP) y la Plataforma I+D+i de AEAS, se han ido sumando otras que permiten esfuerzos sinérgicos”.

En este sentido, Aqualogy creó en 2007 CETaqua, su centro tecnológico del agua, en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya y CSIC; modelo que ha resultado todo un éxito y que han expandido a Andalucía y Galicia, con la Universidad de Málaga y la de Santiago de Compostela, respectivamente. “Hemos sistematizado el proceso de la innovación para aumentar su eficiencia e impacto. En 2013 hemos realizado una inversión de 15,1 millones de euros en I+D+i, lo que ha permitido el acceso a 182 proyectos por valor de 19,2 millones de euros, posibilitando nutrir nuestro portafolio con nuevas soluciones para el mercado”, apunta Salamero i Sansalvadó.

Y es que las universidades y los centros de investigación responden a los problemas de la sociedad actual. “Todos estamos abriéndonos e integrándonos más; tanto universidades y centros de investigación como empresas están haciendo un gran esfuerzo por mejorar su porosidad, entre ellos el estímulo y la profesionalización de las OTRI, ese nexo de unión crucial”, afirma. Considera necesario establecer canales muy prácticos que favorezcan la transferencia de talento, conocimiento y tecnología en los dos sentidos: de la academia a la empresa, y de la empresa a la universidad. Un caso reciente en el que Aqualogy participa y que encaja con esta visión es en la iniciativa de los Doctorados Industriales, lanzada por la Generalitat de Catalunya.

Al mismo tiempo, Aqualogy también apuesta por la innovación abierta con pymes, universidades y otros núcleos punteros de tecnología mediante colaboraciones, proyectos y jornadas. En este sentido, Aqualogy ha creado el fondo de inversión Vento (programa Innvierte), que apoya a pymes españolas de base tecnológica que desarrollen su actividad en los ámbitos del ciclo del agua, el medio ambiente, la energía y las smart cities.

Para la directora de Aqua Development Network (ADN), “sin conocimiento no hay tecnología”, por lo que es aboga por contar con las personas y los equipos adecuados para poder llevar a cabo estos desarrollos. “Creo que las nuevas tecnologías nos ofrecen todo un nuevo panorama y debemos ser capaces de integrarlas en nuestros sistemas. Al desarrollo de nuevas tecnologías enfocadas a la operación del agua como nueva sensórica, plataformas smart de gestión integrada, tratamientos avanzados (ultradigestión, hidrólisis térmica en continuo, por ejemplo), tendríamos que empezar a integrar en nuestras empresas las oportunidades que brindan la realidad aumentada, la nanotecnología, los weareables, el cloudcomputing, la impresión 3D, entre otras tecnologías avanzadas y que se han usado en otros sectores con gran éxito y en muchos casos reinventando modelos de negocio. En este sentido, debemos aprender a mirar más allá del mundo del agua, estoy convencida que nos abrirá todo un nuevo campo de acción”, apunta la responsable de Aqualogy.

Para Salamero i Sansalvadó, “sin conocimiento no hay tecnología”.

El entorno empresarial actual es altamente cambiante, complejo y cada vez más competitivo. Por ello se está convirtiendo en un pilar para asegurar la sostenibilidad empresarial. Hay que ser capaces de trasformar la información en conocimiento, para rápidamente incorporarlo en la empresa y ponerlo en valor hacia el mercado en forma de productos y servicios.

“Las personas son la clave, son ellas realmente quienes tienen el conocimiento y éste fluye, se transfiere y se crea en base a sus relaciones. Por ello considero que es clave crear espacios, tanto dentro de las empresas como fuera de ellas, que promuevan este intercambio y generación de conocimiento”, señala.

En este sentido, Aqualogy cuenta desde hace más de 5 años con una red de dominios de conocimiento del agua con más de 1.500 personas asociadas.

La formación es fundamental. “En un mercado cada vez más competitivo, el desarrollo profesional y la adquisición de nuevos conocimientos, así como la acreditación de los mismos, son factores clave de éxito para el progreso de los profesionales del sector y, por ende, de la competitividad empresarial. Además, en un contexto profesional complejo, la especialización y el conocimiento del ‘know-how’ de un grupo como el nuestro ofrece una ventaja competitiva para los actuales o futuros operarios, capataces, técnicos, gestores y directivos del sector del agua y el medio ambiente. Por ello, ya no sólo hablamos de procesos formativos, sino de capacitación y acreditación de los profesionales del sector para poder operar y gestionar de forma excelente servicios de agua y medioambientales”.

ADN vehicula sus soluciones de capacitación y divulgación a través de la Escuela del Agua, que ofrece un catálogo de programas basado en el desarrollo de habilidades técnicas y de gestión con una base muy práctica y enfocada en la realidad del sector, potenciando la capacidad de innovación de los profesionales. De este modo, desde la Escuela del Agua se pone a disposición el ‘know-how’ y ‘expertise’ adquiridos como grupo durante más de 145 años. Estos programas se desarrollan en colaboración con prestigiosas universidades, escuelas de negocios y escuelas técnicas en diferentes geografías, y se realizan tanto en modo abierto como ‘in-company ’ y para todos los perfiles: desde el personal de campo hasta los managers.

Ejemplos de éxito son el Máster en Tecnología y Gestión del Agua, que cuenta con más de 350 titulados entre trabajadores del grupo y alumnos externos, así como los diferentes postgrados en los diversos ámbitos del ciclo integral del agua, pioneros en España, como los certificados de profesionalidad, dirigidos a operarios. Se puede consultar toda la oferta formativa en www.aqualogycampus.net.